¿Ni gota de deseo? Lo que tú y tu pareja pueden hacer


  La “eterna luna de miel” es sencillamente un mito y sería poco realista esperar
vivir siempre un romance de telenovela, o una tórrida relación como las que
vemos en las pantallas del cine.  Es normal que una pareja experimente altos y
bajos en su relación sexual, así que tu pareja no es la excepción,.  Sin
embargo, tampoco es normal y mucho menos  saludable quedarse en “cero”, sin
ganas ni energías para el encuentro amoroso.

Hay muchos factores que contribuyen a desinflar
la libido, esa energía vital y natural que nos induce a buscar y a disfrutar el
encuentro sexual.  Dedica unos minutos para analizar cuáles de los siguientes
factores pueden estar afectando tu situación:

  • Estrés, ansiedad y angustia: las presiones del trabajo, el desempleo, el
    nivel de ingresos, las deudas, la inseguridad ante el futuro, el estado de salud
    propio o de un ser querido, entre otras causas, generan un nivel elevado de
    estrés que no conduce a un estado de ánimo propicio al encuentro sexual.
  • ¿Qué tal anda el resto de la relación? Los conflictos sin resolver, los
    resentimientos, peleas o discusiones por causa de los niños, los suegros, el
    dinero y cómo se gasta…todo eso se va acumulando como una pared entre ambos
    dificultando la comunicación efectiva y disminuyendo la intimidad. El resultado:
    menos sexo y menos satisfacción en el encuentro de pareja.
  • Exceso de alcohol y uso de drogas: una copa puede hacernos perder
    inhibiciones y hasta ponernos alegres. Pero en exceso, el alcohol y las llamadas
    drogas recreativas puede ocasionar el efecto contrario: puede dificultar las
    erecciones y la respuesta sexual saludable.
  • ¿Están durmiendo bien? Cualquier cosa que esté afectándoles el sueño (las
    mismas razones que les causan estrés), en su entorno laboral o familiar, o
    problemas físicos como la apnea del sueño, los puede mantener agotados y puede
    robarles las energías, las mismas que necesitan para las relaciones sexuales.
    Recuerda que la fatiga y el sexo son incompatibles.
  • Cambios en la familia: ¿Tienen parientes viviendo con ustedes? ¿Han
    regresado uno o varios hijos a la casa y han perdido su acostumbrada privacidad?
    O quizás se trate de un bebé que ha llegado a la familia y ahora duerme en la
    cama con ustedes. Ni los niños ni la familia tienen por qué afectar el sexo, a
    no ser que contribuyan a interrumpir la intimidad y la privacidad necesarias
    para el encuentro sexual.
  • ¿Toman algún medicamento?  Muchos pueden afectar la libido, entre ellos
    algunos de los  antidepresivos,  de los antihistamínicos y de los que controlan
    la presión arterial. También repercuten en la libido algunos de los tratamientos
    de quimioterapia y del SIDA.
  • Disfunción eréctil: la preocupación por “quedar bien” en el acto sexual
    puede generar estrés y ansiedad en el hombre lo que puede desencadenar un
    descenso de la libido
  • Menopausia: un desajuste de los niveles hormonales durante esta etapa
    también puede traducirse en menos interés y energías para hacer el amor
  • Problemas de autoestima: el exceso de peso, la obesidad, el descuido
    personal contribuyen a que tengamos una imagen muy baja de nosotros mismos y
    puede causar mucha frialdad en la cama.
  • Depresión: cuando estamos deprimidos no tenemos deseos de nada, mucho menos
    para hacer el amor. Puede tratarse de una condición crónica o temporal,
    provocada lo mismo por un desequilibrio químico permanente que por un evento
    transitorio.

¿Ya descubriste algunos que te afectan a ti? El
primer paso es identificar el problema. El segundo: tratar de resolverlo. ¿Qué
pueden hacer?

  • Busca ayuda para las condiciones de tipo clínico que no pueden superar por
    ustedes solos. Si el problema es una disfunción eréctil, haz una cita con tu
    médico de cabecera o con un urólogo para empezar el tratamiento cuanto antes.
    ¿Te está afectando tu menopausia? Tu ginecólogo(a) puede convertirse en tu
    aliado(a) para resolver tu relación.  Si la depresión o la ansiedad son el
    problema, el psiquiatra o el psicólogo es el profesional más apropiado para
    ayudarles.
  • Es muy importante que acudan cuanto antes a terapia familiar o de pareja
    para ir resolviendo los conflictos que afectan a la relación.  En cuanto estos
    mejoren, mejorará también la libido.
  • Si estás bajo tratamiento, tu médico y/o el especialista puede ayudarte a
    sustituir un medicamento que no tenga entre sus efectos secundarios la reducción
    de la libido. Consulta el problema con él o ella, pero no lo suspendas sin
    consultarlo(a).

La mayoría de las veces, no hace falta un
tratamiento, sino armarse de paciencia  y estimular la creatividad dentro de las
relaciones personales:

  1. Habla con tu pareja, abre las líneas de la
    comunicación y propónganse pequeñas metas: dedicarse más tiempo el uno al otro,
    o salir de viaje juntos (aunque sea corto), por ejemplo.  Esto les dará el
    primer impulso necesario para empezar a hacer pequeños cambios que aumenten la
    intimidad.
  2. Demuestren el amor y el afecto que sienten el
    uno al otro: si se sienten  queridos y apreciados, mejor funcionarán
    sexualmente.  Las atenciones y detalles durante el día serán el mejor preludio
    para el romance.
  3. Hablando de romance: ¡pónganse las pilas! Dejen
    a los niños con un adulto responsable y salgan los dos solos, aunque sea por
    poco tiempo. Traten de demostrarse el mismo interés que tenían durante el
    noviazgo. Escucha a tu pareja y demuestra interés en lo que le sucede día a día.
  4. Empleen la “terapia de choque”: un nuevo
    peinado, un nuevo lugar para hacer el amor… lo importante es salir de la rutina
    y recuperar la pasión.
  5. Traten de hablar más de sexo: comuníquense qué
    los satisface y que no y traten de complacerse el uno al otro. Exploren nuevas
    caricias y posiciones y sobre todo, dedíquenle más tiempo a la estimulación
    previa.
  6. Usen un lubricante para combatir la resequedad
    vaginal.  O quizás un masaje los ayude a relajarse antes del encuentro sexual.
  7. Den importancia a la dieta que llevan y hagan
    los cambios necesarios para ir perdiendo el exceso de peso.  Si además
    incorporan algún tipo de actividad física, tendrán más deseos y energías para
    hacer el amor.
  8. Por último: el sexo no sucede en un vacío.
    Planifica el encuentro con tu pareja, saca tiempo para ustedes dos en medio de
    las obligaciones diarias. No lo dejes para cuando se pueda o la llama se irá
    apagando.



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Salud y Vida Sana
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