¿Qué tipo de seductora eres?

     ¿Crees que no tienes la habilidad de seducir? ¿Piensas que la seducción va ligada a la belleza? ¿Opinas que con la edad se va perdiendo la capacidad de seducir? ¿Consideras que solamente se seduce a la persona por la que siente atracción o para llegar al sexo?

¡Pues entérate que nada de esto es cierto! El arte de la seducción la ponemos en práctica desde que nacemos, el momento en el que el bebé debe seducir a los padres para que le cuiden. Primero llorando, luego, con sonrisas. La aplicamos también a diario en los diferentes lugares en los que nos desenvolvemos.

Siempre estamos seduciendo a los amigos, las amigas, los jefes, los compañeros de trabajo, el taxista, el jardinero, la chica que atiende en el banco, en fin, inconscientemente somos unos artistas en este arte.

Según la psicóloga Alejandra Vallejo-Nájera, autora del libro Psicología de la seducción, “Seducimos cada vez que nos comunicamos y logramos que la persona de enfrente se sienta atraída por nosotros. En ello hay una carga genética, porque hay personas más extrovertidas, que lo tienen más fácil, y otras menos…”

Tipos de seductores

Hay nueve tipos diferentes de seductores. “Es importante descubrir qué es lo que nos hace más atractivos y para quién. Para seducir hay que hacer sentir valioso al que está enfrente, saber qué espera de la relación contigo, ya sea personal o laboral”.

A continuación te detallamos algunos de los tipos de personalidad a los que se refiere y cuál es la forma más adecuada de lograr una seducción exitosa:

Líder

Para ser líder y seducir hay que tener carisma. Esta personalidad ofrece protección y decisión a personas que necesitan sentirse integradas en un grupo. Para ello muestra una gran seguridad y energía, motivada por el control y el dominio de su espacio y las personas que le rodean. La persona seducida deja la responsabilidad en sus manos y debe evitar el engaño porque es algo que no soporta un líder.

Rescatadora

Es el ángel que soluciona todos los problemas, ofreciendo ayuda y generosidad. Buscan personas caóticas, despistadas y con baja autoestima. Le motiva el sentirse indispensable. Para seducirles hay que admirar su ayuda y ayudarle a dedicarse tiempo a sí mismo.

Vividora

Busca aventuras y ofrece una pasión desbordante a personas un poco inseguras. Para ello las agasaja con ardor. Es narcisista, pero con problemas de autoestima; por ello necesita admiración. Para conquistarle hay que admirarle y ayudarle a encauzar sus emociones.

Artista

Persona creativa y romántica, busca personas sensibles a la belleza, a las que impacta con su genialidad. Quiere sentirse especial y por ello hay que respetar su idealismo, valorando su autenticidad.

Diva

Es el estilo, el “glamour” sin esfuerzo aparente, con el que atrapa a personas abrumadas por la rutina. Esta persona se muestra etérea, insinuante, distante y busca la perfección. Para atraerle hay que animarle a no tratarse con tanta dureza, hacerle disfrutar con los pequeños placeres de la vida imperfecta.

Cautivadora

Alegre y de verbo ágil, es el centro de la empatía. Busca personas rígidas y autoexigentes que precisan positivismo. Disfruta de la vida y para conquistarle hay que evitar mostrarse infeliz y no criticar a nadie.

Afrodita

Desprende sensualidad, que ofrece a personalidades serias, protectoras. Desea seguridad. Su emotividad fluctúa entre la risa y el llanto. La persona seducida siente que se afianza su imagen sexual. Para seducirla se le debe ofrecer lealtad, seguridad y optimismo.

Intelectual

Ofrece sabiduría a cualquiera que quiera estímulos intelectuales. Son muy selectivas y dan a entender que no necesitan al otro. Para conquistarlas hay que respetar su espacio y soledad y no abrumarle con exigencias emocionales.

Encantadora

Es el oasis de la tranquilidad y la afabilidad, del apoyo y la falta de pretensión, sobre todo con personas con problemas de estrés. Esta personalidad no discute y alimenta la autoestima del contrario. Le motiva sentirse cómoda.