Edgar C. Otálvora da detalles sobre los acuerdos a los que habría llegado Chávez con Rusia

   En su Informe semanal, Edgar C. Otálvora da detalles sobre los acuerdos a los que habría llegado Chávez con Rusia, y como ese país adquiriría derechos sobre petróleo venezolano. Adelanta también que Colombia estaría por enviar otra nota de protesta a Caracas por el nuevo busto de Manuel Marulanda.

Este es El Informe Otálvora de esta semana:

Vladimir Putin viajó desde Rusia a Venezuela para realizar una visita de menos de 12 horas. El hecho de mayor relevancia lo marcó la “entrega” a Chávez de una transferencia por US$ 600 millones, cuota inicial que paga Rusia para hacerse de derechos de explotación petrolera en la Faja del Orinoco. Putin anunció que su país planea explotar petróleo venezolano por lo menos durante cuarenta años.

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Los organizadores de la visita de Putin hicieron coincidir varios eventos en esa fecha. Uno de ellos fue la presencia en el puerto venezolano de La Guaira, del Buque Escuela Kruzenshtern de la Armada rusa.

Ese mismo día, a pocos kilómetros de allí, en el aeropuerto de Maiquetía, aterrizó un carguero ruso que transportó los cuatro helicópteros MI17V5 restante de la compra de 38 equipos realizada por Venezuela a Rusia. El lado militar de las relaciones Moscú-Caracas fue debidamente resaltado con estos hechos.

Putin afirmó en Caracas que “continuaremos apoyando y desarrollando las capacidades de defensa de Venezuela”. El esquema tras las relaciones de Chávez con Rusia lleva implícito que las nuevas adquisiciones bélicas venezolanas serán canceladas con el crudo que comience a fluir desde la Faja del Orinoco.

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En declaraciones a la prensa en Caracas, Putin confirmó el otorgamiento a Venezuela de un crédito por US$ 2.200 millones, tal como se comentara en este Informe la semana pasada.

El crédito con plazo de siete años, según Putin, no estaría condicionado en cuanto a su uso. Fuentes internacionales, sin embargo, sostienen que ese monto está destinado a la adquisición de material bélico ruso.

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En noviembre del 2008, el presidente ruso Dimitri Medvedev llegó a Caracas, donde firmó una decena de acuerdos con el gobierno venezolano. En septiembre del 2009, Chávez viajó a Rusia y en su estadía suscribió doce acuerdos. Durante la visita de Putin a Caracas fueron firmados treinta y un acuerdos entre Venezuela y Rusia.

La firma de acuerdos sobre las más variadas temáticas es parte del estilo diplomático del gobierno Chávez. Sólo como ejemplo: en su más reciente viaje a Ecuador a finales de marzo, Chávez suscribió trece acuerdos con Rafael Correa. Poco antes, durante la visita del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, fueron “adoptados” veintidos acuerdos, según declaraciones de prensa de un alto funcionario venezolano. Buena parte del contenido de esos instrumentos son desconocidos por la opinión pública.

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Chávez suele justificar la compra de aviones militares rusos y chinos, alegando el embargo que EEUU mantiene sobre la venta de equipos bélicos a Venezuela. La fallida compra de aviones SuperTucano construidos por la brasileña Embraer, es ejemplo usual que Venezuela esgrime en ese tema.

Chávez ahora se muestra poco interesado en comprar aeronaves brasileñas, incluso las de uso civil y sobre las cuales no pesaría ninguna restricción por parte de EEUU.

Tal como comenta el analista Juan Carlos Sainz en su columna de hoy en El Nuevo País, la empresa aérea oficial venezolana Conviasa optó por adquirir aviones CRJ 700 fabricados por la canadiense Bombardier. La Bombardier es justamente la archirival de la brasileña Embraer en el mercado mundial de aviones de mediano tamaño para transporte de pasajeros.

Esta semana una fuente rusa no identificada, citada por la agencia RIA-Novosti, anunció el interés de Chávez por adquirir cinco decenas de aviones rusos Antonov An-148, con capacidad para 90 pasajeros. Esta noticia confirmaría la caída del interés venezolano en los productos aeronáuticos de su aliado brasileño.

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Tras la visita de Putin a Caracas sólo se mencionó la compra por parte de Venezuela de un hidroavión Beriev Be-200, que sería destinado al combate de incendios. Rusia movilizó uno de estos aparatos desde Chile a Venezuela, para que coincidiera con la estadía de Putin, quien incluso ante la prensa no dudó en hablar de las bondades del aparato.

Al contrario de lo que Chávez suponía, el avión ruso llegó a Venezuela en plan de rápida demostración comercial y no como un acto de cooperación para apoyar la extinción de graves incendios forestales registrados en el país, incluyendo en el Parque El Ávila en Caracas.

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Cuando aún Putin permanecía en Caracas el viernes pasado, la empresa rusa Avtovaz anunció desde Moscú que suministrará 2.250 vehículos modelo Lada a Venezuela. La política comercial de Chávez mantiene cerrada la importación de vehículos ensamblados, lo cual paralizó desde el año pasado el flujo de la importación desde Colombia y Brasil países que en los últimos años aprovisionaron el floreciente mercado automovilístico venezolano. La venta de los vehículos rusos sería asumida directamente por el gobierno venezolano, ya que en el país no existe distribuidor Lada.

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El embajador de EEUU en Bogotá, William Brownfield, reveló que su país está en negociaciones con al menos dos países latinoamericanos para alcanzar acuerdos de cooperación militar análogos al firmado con Colombia. Se ignora a cuáles países se refería Brownfield, aunque recientemente varios medios han mencionado la posibilidad de un pacto entre Panamá y EEUU. Analistas consultados sugieren que Chile podría ser otra opción en esta vía.

De lo que ya existe pública evidencia es sobre las negociaciones entre Brasil y EEUU para compartir una base militar en Río de Janeiro, con el propósito de combatir narcotráfico, terrorismo y tráfico de armas en el Atlántico Sur.

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Sobre el escritorio del canciller colombiano, Jaime Bermúdez, ya estaría el proyecto de nota de protesta contra Venezuela a raíz de la develación de una segunda estatua del fallecido cabecilla de las Farc, Manuel Marulanda. La primera se encuentra en una plaza del 23 de Enero, al oeste de Caracas, desde el año 2008.

El nuevo busto de Marulanda en territorio venezolano fue erigido en una zona campesina en el municipio Zamora del estado Aragua. Forma parte de la “Biblioteca Comunal Campesina Manuel Marulanda” creada por el Consejo Comunal de Los Bagres. Durante el acto de develación, realizado el 26 de marzo pasado, fue desplegada una bandera de las Farc en el lugar.

Según informó la Asociación Nacional Bolivariana de Trabajadores Bibliotecarios promotora del proyecto, han contado con el apoyo del oficial Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES-Aragua). El Movimiento Continental Bolivariano (entidad promovida por las Farc) y el Partido Comunista de Venezuela habrían apoyado la apertura de la biblioteca y la elaboración del busto de Marulanda.

El gobierno colombiano, según fuentes consultadas, habría extremado sus investigaciones para precisar el grado de participación oficial directa en el caso del nuevo busto. La intervención del INCES-Aragua pudiera influir para que finalmente el presidente Álvaro Uribe autorice la emisión de una nota de protesta contra el gobierno de Venezuela.

Edgar C. Otálvora
El Informe Otálvora