España entregó a Venezuela su tercer buque de vigilancia

   El embajador de Venezuela en España, Julián Isaías Rodríguez, ha asistido hoy en San Fernando (Cádiz) a la entrega a la Armada Bolivariana del buque de vigilancia litoral “Naiguatá”, el tercero de su clase que se fabrica en los astilleros gaditanos de Navantia.

En el acto, el embajador venezolano ha insistido en que su país está “muy satisfecho” con el trabajo tecnológico que Navantia ha realizado hasta ahora para la Armada Bolivariana, dentro de un convenio firmado en 2005 y que prevé la construcción de cuatro buques de vigilancia litoral y de otros cuatro de vigilancia oceánica.

Un convenio que, según ha destacado el presidente de Navantia, Aurelio Martínez, es muy importante para los astilleros gaditanos, ya que suponen seis millones de horas de trabajo y 1.200 millones de euros.

“Deseamos continuar, me consta que están muy satisfechos con el trabajo”, ha destacado el presidente de Navantia.

El embajador ha explicado que “se han hecho gestiones” para que este convenio se prorrogue con otros encargos de la Armada venezolana para Navantia, aunque de momento “no ha habido respuesta ni negativa ni positiva, se continúan”.

El embajador de Venezuela, que en el acto ha destacado que próximamente finalizará su destino en España, ha indicado también que su país necesita buques de transporte petrolero y gas de gran calado, para lo que ya hay contactos con China para desarrollar este proyecto con una financiación mixta.

Según ha dicho, los astilleros españoles podrían aspirar a la construcción de estos buques si realizaran ofertas similares a las que han hecho China y otros países, un opción que, según fuentes de Navantia, queda lejos de ser real.

En presidente de Navantia sí ha mostrado su confianza en que prosperen algunos proyectos de colaboración que ha ofrecido a los astilleros españoles la Armada de Venezuela, al igual que algunas de las más de cuarenta acciones comerciales que se negocian en numerosos países, como Malasia y Australia, y ha subrayado que está especialmente esperanzado con el mercado de las economías emergentes como la asiáticas.

“Hay muchos inconvenientes porque casi todos quieren que se construyan en sus respectivos países y nosotros tratamos de negociar que por lo menos un de cada serie se haga aquí”, ha explicado.

El embajador de Venezuela y el presidente de Navantia han hecho estas declaraciones tras asistir al acto de entrega del tercer buque de vigilancia litoral que se construye en los astilleros de San Fernando-Puerto Real para la armada venezolana.

Un buque de casi 80 metros de eslora y una velocidad máxima de 22 nudos y con numerosos sistemas para misiones como el control del tráfico marítimo, la asistencia humanitaria a otros buques, la protección medioambiental o la lucha contra los incendios.

El buque ha sido bautizado con el nombre de “Naiguatá” en memoria de un cacique indígena venezolano del siglo XVI que, según las leyendas, amaba a las gaviotas, y custodió con coraje las costas. Su nombre es hoy también el de un cerro de 2.765 metros de altitud y el de un pueblo.

El abanderamiento en España del buque de vigilancia litoral Naiguatá (GC-23) es un acto de reafirmación de la soberanía y de la autonomía entre el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el de la nación europea.

Así lo manifestó este martes el embajador de Venezuela en España, Julián Isaías Rodríguez, durante la entrega de este buque, actividad que tuvo lugar en el astillero de Navantia en la Bahía de Cádiz, situada en la provincia homónima, al sur de la comunidad autónoma de Andalucía.

El diplomático destacó que con este barco se “reforzará aún más la custodia de las aguas soberanas venezolanas”.

“Este es un acto de reafirmación de la soberanía y de la autonomía entre estados independientes”, reiteró Rodríguez al recordar que Estados Unidos presionó para que en el año 2005 no se firmara el convenio entre Venezuela y España.

Por su parte, el jefe de la misión naval venezolana en España, vicealmirante Gerson Padrón, recordó que el acuerdo suscrito entre ambos gobiernos contempla la construcción de ocho embarcaciones, cuatro buques y cuatro patrulleros oceánicos de vigilancia, cuya entrega se efectuará de manera paulatina.

Destacó que una dotación de este tipo es “inédita para Venezuela, pues se moderniza la flota completa para custodiar más de 2 mil 800 kilómetros de costa y la zona económica exclusiva”.

Asimismo, el agregado militar, naval y aéreo de Venezuela en España, vicealmirante Luis Aguilar Madera, refirió que cada una de estas ocho embarcaciones contará con un helicóptero para reforzar la custodia marítima en la nación suramericana.

El buque Naiguatá (GC-23) es el tercero de cuatro barcos que el gobierno de Venezuela le encargó a la empresa española Navantia para modernizar la flota naviera nacional.

La entrega del buque representa la culminación de dos años de trabajo en el astillero, así como de la formación, tanto en tierra como a bordo, de los 44 hombres y mujeres que conforman su tripulación.

Asimismo, cuenta con la última tecnología en sus equipos y sistemas para el control de los ilícitos en el mar y el tráfico marítimo, así como para la búsqueda y el salvamento en aguas venezolanas.

Actualmente, Venezuela cuenta con los buques AB Guaicamacuto (GC-21) y AB Yavire (GC-22), los cuales se encuentran surcando los mares de la patria y resguardando la soberanía e integridad territorial del país.