Nevadas demoran más vuelos en Londres y Francfort

   Gran número de demoras y cancelaciones de vuelos persistían el martes en los principales aeropuertos entre ellos el de Heathrow, y en el servicio ferroviario Eurostar entre Inglaterra, Francia y Bélgica, dejando a miles de pasajeros varados por toda Europa a pocos días de la Navidad.

Los pronósticos de nevadas no se materializaron en Heathrow durante la noche, permitiendo que las cuadrillas de limpieza intensificaran su trabajo despejando pistas de aterrizaje, pero más de la mitad de vuelos en los principales puntos internacionales de Europa al parecer iban a ser cancelados.

Se informó a los viajeros que no se dirijan al aeropuerto a menos que antes hubiesen verificado con sus aerolíneas a fin de confirmar si sus vuelos iban a operar. Se prevé un gran número de demoras.

El servicio del Eurostar, que une Inglaterra con Francia y Bélgica por tren, también recomendó a sus pasajeros a que cancelen sus viajes en los próximos días y que iban a recibir el reembolso total de sus boletos a menos que su viaje sea absolutamente necesario.

Largas filas daban la vuelta hasta la calle en el terminal de St. Pancras en el centro de Londres, por segundo día consecutivo mientras los pasajeros trataban de no perder sus trenes.

Asimismo había problemas en Alemania. Nuevas nevadas obligaron al aeropuerto de Francfort, el de mayor actividad en Alemania, a suspender sus vuelos de partida y llegada, por unas horas en la madrugada del martes.

Las autoridades del aeropuerto informaron que los vuelos fueron suspendidos poco después de las 5 a.m. (0400 GMT) del martes. La primera pista de aterrizaje fue reabierta alrededor de las 8.30 de la mañana (0730 GMT) y los funcionarios dijeron que trabajaban para despejar todas sus pistas. Un total de 300 vuelos fueron cancelados.

Francfort ha sido escenario de centenares de cancelaciones de vuelos en días recientes, a menudo como resultado en otros puntos de Europa, inclusive una gran interrupción en el aeropuerto de Heathrow en Londres.

La situación en Bruselas se calmó durante la noche cuando una temida escasez de líquido descongelante no se llegó a producir. Más vuelos de los previstos lograron despegar después que el aeropuerto logró agenciarse suficiente líquido para aplicarle a la mayoría de aviones a fin de que partieran el martes.