«No hay gandolas para retirar carga de los puertos»

La exedecán del Primer Mandatario nacional y presidenta de Bolivariana de Puertos (Bolipuertos) conoce con precisión los proyectos que se desarrollan en el segundo terminal marítimo del país.

Menciona detalles técnicos a medida que el autobús se abre paso por las pequeñas carreteras de tierra que deja la obra: cuatro de los 26 muelles están en remodelación, varios patios de almacenaje están en reconstrucción, una nueva vía para las gandolas y aceras para los mil trabajadores de este puerto.

 “Este piso se agrieta por el peso de los contenedores”, dice la ministra mientras taconea por el terminal marítimo.

Estas remodelaciones forman parte de la construcción de un nuevo muelle de 690 metros que permitirá recibir más buques de mayor tamaño y adaptar los tiempos de descarga al ritmo de las importaciones.

“Después dicen que no estamos haciendo nada”, comenta en medio de un escenario de piedras, de buques atracados, de contenedores vacíos y llenos, de vagones del metro y vehículos en plena descarga.

Ella dispara con firmeza sus razones de la crisis portuaria que se vive hoy y que tuvo su mayor auge la semana pasada, cuando se contaron buques varados con más de 11.000 contenedores con distintas cargas, como los productos navideños.

Su argumento es este: quienes tuvieron la administración de los puertos desde 1997 hasta 2009 no invirtieron en adaptar las instalaciones a las importaciones y a la evolución de las navieras mundiales.

“Esta línea ascendente (muestra un cuadro con las importaciones) ya indicaba que las capacidades se iban a quedar cortas. Llegó un punto en que los puertos, estando descentralizados, necesitaban desarrollar sus capacidades para no llegar al punto en que estamos hoy”, indica la ministra armada con decenas de láminas en las manos. “¿Cuántos años tienen gobernando padre e hijo en Carabobo, por ejemplo, cuando los puertos estaban descentralizados?”.

Desde 1991 los puertos estaban descentralizados, y desde ese momento hasta 2009, que es cuando se revierte la administración hacia el Estado –son casi de 20 años–, estuvieron administrados por las gobernaciones de turno, han estado en las mismas manos por casi 20 años, excepto cuando el general Acosta Carles, que fue poco tiempo. Lo más natural es que, de acuerdo con las tendencias de crecimiento del PIB del país y de las toneladas métricas movilizadas año tras año, te ibas a quedar corto. El transporte marítimo mundial y la carga contenerizada también ha evolucionado.

Nadie puede decir que el comandante presidente, desde 1999 a 2009, limitó la participación de los privados en los puertos. En 2009, cuando se toma la decisión de crear Bolipuertos, ya estábamos colapsados. Los privados y sus gobernaciones tuvieron suficiente tiempo en el que pudieron hacer inversiones y haber modernizado la infraestructura.

 Pero la desinversión fue grandísima. Era más importante usar los puertos como caja chica. Muchos sí invirtieron en Panamá. Hace unos días el gobernador de Carabobo decía, de una manera irrespetuosa y manipuladora, que no hace falta ampliar el terminal de Puerto Cabello. Y yo decía: “Pero, señores, si lo que estamos viviendo es por su falta de visión y de decisión”. Desde la mitad de 2009 hasta 2012 hicimos el proyecto de ampliación, logramos una negociación gobierno a gobierno con Portugal para modernizar el Puerto de La Guaira, y la remodelación de Puerto Cabello, con China. Aquí no se está regalando el petróleo, lo estamos usando.

En este momento el balance sigue de mayor importación, aunque se están tomando medidas para promover las exportaciones. En 2009 el total de contenedores movilizados fue de 371.635. En 2010, que fue la crisis económica mundial, bajó un poco a 328.000 contenedores movilizados. Luego en el 2011, pasamos a 467.000 contenedores y hasta octubre de este año vamos por 450.000 contenedores. Ya estamos a punto de superar la anualidad de 2011, esto es sumando importaciones y exportaciones. Pero ya veníamos colapsando desde 1998. Demasiado bien lo estamos llevando, cuando incluso ya hemos cedido 30% del espacio físico del puerto de La Guaira para las remodelaciones y sin dejar de operar. 

Otros problemas. Afirma que la falta de inversiones rezagó a Venezuela en aspectos claves, como las dimensiones de buques que pueden atracar. Y esto ha afectado el normal movimiento en estos momentos.

Nuestros calados hoy en día no pasan de 11,5 metros, y eso es limitante. Esto significa que en la planificación que se hace 72 horas antes para poder designar el muelle donde serán atracados hay que considerar todas esas características. A veces se dice que aquí se privilegia a algunos o que hay puestos de atraque vacíos. Y no es eso, sino que hay que ver las características del buque y del muelle. Aquí tenemos trabajadores con gran capacidad a quienes les duele muchísimo las críticas que se le hacen al puerto. Ahí digo que la oposición es poco inteligente, por eso es que no ganan.

 Están atacando la sensibilidad de un ser humano que hace lo mejor que puede.

Sí. El nuevo muelle de 690 metros nos va a permitir recibir dos buques de manera simultánea, pero de segunda, tercera y cuarta generación, que son los que se están moviendo en el mundo y que nos van a permitir un mayor calado, mayor profundidad. Vamos a tener una profundidad de 15,2 metros. Tendremos nuevas grúas con las cuales vamos a pasar de un promedio de descarga, que hoy está en 12 movimientos por hora, a 75. También mejorarán los tiempos que pasa un buque en el muelle: si hoy pasan 48 y 72 horas, pasaríamos a 15. Tendremos capacidad de acopiar al año 600.000 contenedores y más contenedores refrigerados. Hemos comprado equipos, que son como unas plantas eléctricas, para mantenerlos refrigerados, de modo que cualquier inconveniente eléctrico no incida. En Bolipuertos llevamos Bs 1.800 millones en dividendos (desde 2010, 2011 y parte de 2012), sin dejar de hacer las obras de inversión. Yo me siento feliz.

Tenemos la suerte de que, en el período de racionamiento, ni los puertos ni los aeropuertos fueron afectados, porque son empresas de servicios. Gracias a Dios no nos hemos visto afectados.

El importador es el que decide y el que tiene que saber. Normalmente, al único al que le echan la culpa es al puerto, y nosotros somos un eslabón más de la cadena de importación. El importador es el que decide qué compra y de qué parte del mundo lo trae, nosotros ni idea. Después el vendedor lo manda a traer, pasa por un puerto de origen y sus aduanas, esto lleva una cantidad de condiciones que son establecidas entre el importador y el vendedor. Ellos escogen incluso la línea naviera que traerá su producto. Cuando llega el buque al muelle entra en el proceso de planificación y ahí es donde uno ve dónde lo mete. Una vez nacionalizada la carga es el importador el que debe alquilar el vehículo para evacuar su carga del puerto, motivo por el cual si el importador trae 500 contenedores pero no tiene las 500 gandolas, pero yo ya se los tengo listo para que salgan, se quedan en el puerto.

Sí, y no es culpa nuestra. No hay los volúmenes adecuados de gandolas para retirar la cantidad de carga que está saliendo de los puertos. Pero esa responsabilidad no es del puerto.

Eso puede estar ocurriendo, porque son muchos permisos y cada ente coloca el tiempo que considera prudente para sus procesos. Sin embargo, esa no es nuestra competencia. Respetamos, defendemos mucho la producción nacional, por lo cual estamos de acuerdo con la permisología que se pide, debemos seguir impulsando la producción y no importar tanto, pero nosotros sólo somos el operador de una carga que se resguarda en el puerto.

Lo que estamos viviendo es una situación coyuntural. En los meses de enero, febrero, marzo y abril, una vez que vuelvan los volúmenes naturales en que pueden operar los puertos, a pesar de tener un 30% menos de espacio físico, por las remodelaciones