¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!

   Hoy  es 14 de febrero, y el mundo se viste de seda; por un día: peluches, rosas y corazones, invaden cada rincón de este planeta, para celebrar la existencia de lo que para la mayoría de los seres humanos, es su razón de ser: El Amor.

 A lo largo de la historia, ha escrito millones de canciones, ha sido el protagonista de miles de películas, cuentos y novelas; es el centro de casi cualquier religión, inspira los deseos más puros de afecto, compresión y respeto, y ha desencadenado sangrientas guerras, venganzas pasionales y odio desenfrenado.

 Unos dicen que “no pueden vivir con él, pero tampoco sin él”; es el enigma que los científicos nunca lograran y entender, y el descubrimiento que hacemos todos los días.

 Ni el más gruñón, seco y antipático, puede poner en duda su influencia en nuestra sociedad; El Amor determina prácticamente todo lo que somos y que alguna vez seremos, y cada mes de febrero, en el catorceavo día; festejamos el día del amor y la amistad.

 En este día, los convictos del amor tienen una fecha en el calendario para demostrar sus sentimientos más profundos por medio de versos, dignos de los más grandes poetas que la literatura alguna vez haya conocido; pequeños regalos que se vuelven inmensos detalles en un vaivén de obsequios, o dedicatorias que le roban el aliento a las más inexpresivas caras.

 La primera carta del Día de los Enamorados

Según sanvalentin.com, existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y  aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.

Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.

Pero la verdad, es que gran parte de la tradición moderna se debe probablemente al mismo San Valentín, un sacerdote cristiano que vivió en la Roma del Siglo III cuando los seguidores de Jesús, eran ejecutados a razón de cientos por días, a manos del imperio romano.

En esos días cuando abundaban los mártires, y llamarse cristiano era firmar tu acta de defunción, el amor de cientos de parejas enamoradas no escaseaba y Valentín se hizo conocido entre las multitudes por oficiar bodas bajo la ritual cristiano, a escondidas de los ojos vigilantes de las autoridades de romanas.

Valentín, casó soldados romanos, lo que les era totalmente prohibido a los guerreros, ya que se tenía la creencia de que un soldado casado no peleaba igual, que uno que no tuviera una familia esperándolo en casa, según las convicciones estratégicas romanas, el segundo, en vista de que no tenía nada que perder, daría todo en el campo de batalla para defender los interés del imperio.

Sin embargo, a pesar de contar con el apoyo de varios romanos influyentes, eso no libro a Valentín de pagar con su propia muerte, los lazos de amor que había forjado entre tantas parejas.

El 14 de febrero, Valentín es ejecutado, pero no antes de despedirse en una efusiva carta, de una muchacha que conoció estando en prisión y de la que se enamoro perdidamente, el sacerdote firmó en el final de la nota “de tu Valentín”.  Esa sería la primera carta que se escribiría para el día de San Valentín, un amor sellado con la muerte, un amor apegado al descrito en la carta a los del Apóstol Pablo a los corintios: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.”

Noticia Al Día les desea un muy feliz día del amor y la amistad a todos sus lectores.

Noticia Al Día

Abraham Corona