Los sorbetes y cócteles son, sobre todo en la época estival, las mejores armas para que el organismo gane en la lucha contra los efectos del sol y las altas temperaturas. A diferencia de los helados, cuyo valor nutricional es escaso ya que están formados, en su mayoría, por hielo, azúcar y colorantes, estos dos refrescos son bajos en calorías (están formados, sobre todo, por agua y fruta) y proporcionan un alto contenido en vitaminas que te permiten mimar a tu cuerpo a la vez que mantienes tu hidratación.
Según los expertos, ingerir una mezcla rica en polifenoles antioxidantes (los encontrarás en uvas, grosellas negras y arándanos, así como en otras muchas frutas), además de ser una delicia para el paladar es muy beneficiosa y recomendable para la salud cardiovascular porque, tal y como señalan los investigadores relajan las paredes arteriales.
Si tenemos en cuenta que el ingrediente estrella de sorbetes y cócteles son las frutas de temporada resulta evidente que su consumo significa el aporte de vitaminas (desde la C, la A y del grupo B) hasta ácidos orgánicos (como el ácido cítrico, el málico y el salicílico), pasando por la fibra y los minerales como el potasio y el magnesio.
Gracias a todos estos beneficios y a que no se elaboran con alcohol, los sorbetes y cócteles son, sin duda, una fórmula rica y saludable para que los niños ingieran fruta sin darse cuenta, así como para evitar la deshidratación en personas mayores que pierden la sensación de sed… ¡y para las noches de fiesta en las que luego debes coger el coche!
Si, además, sustituyes el agua corriente por el agua “Fiji Water” podrás incrementar no solo los aportes nutricionales sino conseguir bebidas mucho más sabrosas. ¿Quieres saber cómo dejar a todos con la boca abierta con los sorbetes y cócteles más sencillos, originales y ricos? ¡Toma nota!: