¿Qué está pasando en el fútbol español?

   La crisis económica que afecta al fútbol español está provocando que los clubes se peleen por los derechos y el dinero que generan las transmisiones televisivas. Ante el anuncio de suspensión de la Liga, por parte de su directiva y apoyada por clubes como Barcelona y Real Madrid, una juez ordenó tres días antes de la próxima jornada que los partidos de este fin de semana se jueguen.

 

Seis equipos de Primera División, entre ellos el Sevilla, la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, interpusieron una demanda contra el paro convocado para las próximas dos jornadas futboleras por la propia Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) a la que pertenecen.

 

La directiva de la LFP pedía que se elimine el partido en abierto que, según la legislación española, se tiene que transmitir gratis los sábados. Si los clubes pudiesen vender pauta para esos encuentros podrían sumar hasta U$ 200 millones al año, una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que los clubes tienen una deuda de más de U$800 millones con la Seguridad Social.

 

Los directivos consideran intrusiva la ley (que data de 1997) y quieren equiparse a las ligas inglesa e italiana.

 

«La temporada pasada el fútbol español sumó una deuda de U$4.500 millones. Algunos clubes ya están en quiebra técnica, sus activos no son suficientes para pagar», explica José María Gay, profesor de economía de la Universidad de Barcelona.

 

Un trozo del pastel

En ese panorama los clubes se aferran a los ingresos por publicidad. A pesar de esa reivindicación, los clubes que han demando a la Liga apoyan la desaparación del encuentro gratis pero a largo plazo.

 

Consideran que es una medida desproporcionada, aunque algunos expertos lo interpretan como un pulso interno sobre el criterio del reparto de los derechos de transmisión.

 

Clubes como el Real Madrid y el Barcelona negociaban por su cuenta los derechos de televisión, mientras que conjuntos como el Sevilla piden firmar un contrato único que incluya a todos los clubes y que les permita acceder a la tarta publicitaria.

 

La LPF ha propuesto un nuevo sistema de reparto que consiste en reunir todos los beneficios televisivos de los contratos y repartirlos según unos porcentajes establecidos por la propia organización, una medida a la que se oponen los equipos demandantes.

 

«Esta situación tiene que cambiar si la llamada Liga de las Estrellas quiere evitar el desmoronamiento financiero y reducir la competencia a dos clubes como en Escocia (Celtic y Rangers). El Barça y el Madrid tienen que hacer un sacrificio», advierte José María Gay.

 

Grandes contra pequeños

La LPF también quiere que se pague o se eliminen los resúmenes de los partidos que se emiten en televisión, salvo 90 segundos para los telediarios.

 

Ahora bien, detrás de la presión contra la transmisión gratis, están las nuevas condiciones de los derechos de transmisión que hasta ahora han sido llevados por la empresa Audiovisual Sport.

 

Según la LPF La Sexta, el canal que transmite los partidos abiertos, ha quintuplicado el costo de la pauta publicitaria del antes, descanso y finalización de los encuentros. Unas franjas que los clubes compran a la cadena para luego venderlas a sus anunciantes.

 

El disgusto ha sido tal que la Liga convocó unificar los horarios de todos los partidos para así presionar a la cadena y boicotear los ingresos por publicidad. Los clubes demandantes también se opusieron a esta medida por considerar que «afecta a su libertad de empresa».

 

De momento los clubes más «pequeños» de la liga española parece que han ganado el pulso a grandes como el Barça y Real Madrid. Todo sea para tener un mejor trozo de la tarta.