Los excesos nunca son buenos, ni siquiera a la hora de beber agua. Es más, este problema tiene un nombre: potomanía. Detrás de él se esconde un trastorno relativamente desconocido, que consiste en ingerir agua en cantidades excesivas, de manera compulsiva y sin sentir sed.
Muchas personas, principalmente mujeres, convencidas de los beneficios de la ingesta de líquidos (en muchas ocasiones para adelgazar) no dudan en tomar más de tres litros de agua al día, lo que tampoco es beneficioso y puede tener consecuencias muy graves, porque afecta al funcionamiento de los riñones, a los que se obliga a trabajar en exceso, a la composición de la sangre y al equilibrio de fluidos en el cuerpo, por lo que puede generar serios trastornos.
Esta enfermedad se caracteriza por la necesidad irresistible de beber gran cantidad de agua en el día. En ocasiones se da en personas con problemas.