Sin embargo, en la actualidad esta situación ha cambiado. Aunque es importante recalcar que aún existen personas que dejan salir comentarios nada oportunos y fuera de lugar como: ¿No te has casado? ¿Para cuando los hijos?, entre otros; pero la realidad es que hoy en día para una mujer llegar a los 30 años sin haberse casado, sin tener hijos y haberse desarrollado de forma exitosa en su profesión es visto de otra forma, ya no más como la pobre mujer que no tiene una pareja, al contrario, aquella que supo salir adelante por sus propios méritos.
Bajo este contexto, en 1997, Pamela Redmond Satran publicó en la revista Glamour, un artículo que hablaba sobre las cosas que una mujer debe tener y saber cuando llega a su tercera década de vida.
Dicho texto le dio la vuelta al mundo gracias a internet, pues muchas de las féminas coincidieron con los puntos que la autora marcaba, ya que ella estaba en las 30 primaveras.
Es por ello que De10.mx con información del sitio huffingtonpost.com, enlista 10 de esas cosas básicas de las que ellas deben estar consientes al llegar a los 30.
Qué debes tener…
- Un novio antiguo en el que puedas pensar, y que te recuerde lo lejos que has llegado.
- Una dirección de correo electrónico, un buzón de voz o una cuenta bancaria a la que sólo tú tengas acceso.
- Un amigo que siempre te haga reír y uno que te permita llorar.
- Un juego de destornilladores, un taladro inalámbrico y un sujetador de encaje negro.
- Algo ridículamente caro que has comprado para ti, porque te lo mereces.
- Un régimen de cuidado de la piel, una rutina de ejercicios y un plan para hacer frente a esas otras pocas facetas de la vida que no mejoran después del 30.
Qué debes de saber…
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Cómo enamorarte sin perderte a sí misma.
- Cómo renunciar a un trabajo, romper con un hombre y confrontar a un amigo sin arruinar la amistad.
- A dónde ir cuando tu alma necesita calmarse.
- Que no se puede cambiar la longitud de tus piernas, la anchura de tus caderas o la naturaleza de sus padres.
- Lo que haría y no haría por dinero o por amor.
- En quién puedes confiar y en quién no se puede, y por qué no debes tomarlo como algo personal.