El líder de la revolución rusa, Vladimir Lenin, fue el primero en quien se aplicó la técnica desarrollada por un cirujano de ese país, Nikolái Pirogov, en el siglo XIX.
A Lenin siguieron el líder comunista mongol Horloogiyn Choibalsan, embalsamado en Moscú en 1952, el checo Klement Gottwald (1953) y Joseph Stalin (1953).
El presidente del Partido Comunista de Vietnam del Norte, Ho Chi Minh,en 1969 también fue embalsamado. Mientras que el líder del Partido Comunista de China y cabeza de la revolución cultural de ese país, Mao Zedong en 1976 se sumó a la lista.
Tres años más tarde al grupo se unió el angoleño Agostinho Neto; en 1985 el guyanés Linden Forbes Burnham y el albanés Enver Hoxha en 1985.
Casualmente los dos últimos mandatarios embalsamados fueron padre e hijo. Se trata de los norcoreanos Kim II Sun, llamado el padre y fundador de Norcorea, en 1994; y Kim Jong II, quien falleció el 17 diciembre de 2011, y presentado como embalsamado justo un año después.
Entre las grandes personalidades que han sido sometidas a esta técnica para impedir la corrupción de sus cuerpos, se encuentran también el secretario general del Partido Comunista, Georgui Dimitrov, la exprimera dama argentina, Evita Perón (1952), su viudo y exmandatario argentino Juan Domingo Perón (1974), a quien le aplicaron la técnica pero lo sepultaron.
En la actualidad, solo los cuerpos embalsamados de Lenin, Mao, Ho Chi Mihn y Kim II Sun permanecen exhibidos, mientras que el resto fue enterrado, por ejemplo, como ocurrió Stalin en 1961.