Las tribunas del Yankee Stadium parecían ser escenario de un funeral. Con cada out que caía por parte de Humber, los aficionados veían más complicada una remontada.
Por ello el triunfo fue tan celebrado por los jugadores y técnicos del atribulado cuadro patiblanco.
Los Medias Blancas obtuvieron apenas su segundo triunfo en los últimos 12 juegos. Cortaron una sequía de 23 entradas sin anotación en el cuarto episodio, cuando Carlos Quentin bateó un doblete y anotó en un rodado de Adam Dunn. Agregaron una carrera en el noveno capítulo después que un elevado corto cayó atrás del montículo, frente al parador en corto Derek Jeter.
Sergio Santos registró los últimos cuatro outs para su primer salvamento y el segundo de Chicago en ocho oportunidades esta temporada.
Humber está ocupando el lugar en la rotación que originalmente le correspondía a Jake Peavy. «Gran parte de los problemas que atraviesa el equipo radica en la calidad de pitcheo que hemos enfrentado. Debemos seguir mejorando», aseveró el estratega de los Medias Blancas, Oswaldo Guillén.
El triunfo le sienta bien a la moral de los dirigidos por Guillén, quien había lanzado algunas críticas a sus jugadores durante los últimos días. «Si a ellos no les importa ser pateados por los rivales, a mi sí», reclamó el timonel mirandino un par de días atrás.
«Creo que este equipo es bastante bueno», insistió Guillén después de este triunfo. «Creemos que podemos ganar. Y creo que vamos a ganar. El talento de este grupo está ahí», precisó.
Y no fue poca cosa, Humber (2-2) venció a A.J Burnett (3-1) en un duelo lleno de emoción en el que tuvo que enfrentar a una de las baterías más temibles de las mayores.
El venezolano Omar Vizquel no tuvo acción con Chicago el día de ayer.