«Gabon» (buenas noches en vasco), dijo Close (Connecticut, 1947) antes de agradecer el galardón que le entregó el cineasta colombiano Rodrigo García, con quien colabora en su última película, «Albert Nobbs».
«He pensado mucho en qué decir esta noche, porque éste es el primer premio que recibo por mi carrera profesional», confesó emocionada y con los ojos aún brillantes, mientras el público del auditorio Kursaal aún seguía en pie aplaudiendo.
«Y en lo que pienso es en el ejército de personas que han estado detrás de mí todos estos años, desde diseñadores de set a peluqueros, maquilladores, y por supuesto los directores que me han inspirado y mis compañeros actores, esos a los que llamo ‘legión de aliens'», añadió.
La protagonista de «Dangerous Liaisons» afirmó que ser actor «es un privilegio, porque recuerda que hay que creer y lo que significa un ser humano», y tuvo también unas palabras para su hija, que regresó con ella a San Sebastián 20 años después de haberla acompañado por primera vez al certamen vasco.
García, con quien Close ya había trabajado en «Cosas que diría con sólo mirarla» y «9 vidas», destacó que la actriz no ha perdido «ni un ápice del deleite» en sus 30 años de profesión y tiene una «curiosidad insaciable, propia de un niño que está descubriendo algo nuevo». «Con ese entusiasmo lo emprende todo.»
Antes de despedirse, la cinco veces candidata al Oscar prometió que seguirá «intentado buscar historias que gusten y personajes que aporten humanidad».