a Verdad sobrevoló por la alta guajira venezolana para presentar a sus lectores las condiciones en las que se encuentran los caminos ilegales usados por los contrabandistas para sacar de territorio venezolano, millones de litros de combustible y toneladas de alimentos.
Desoladas lucen la mayoría de estas trochas a una semana del cierre de la frontera con Colombia, 24 hasta la fecha identificadas por las autoridades militares en una extensión de 222 kilómetros de frontera, que separan a Colombia de los municipios Mara y Guajira.
La presencia militar se mantiene con cuatro mil 200 hombres distribuidos en 11 puestos de control fijos y brigadas especiales de patrullaje en las trochas, según la última información aportada por el mayor general, Franklin García Duque.
Para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) el despliegue se centra en los caminos alternos que los contrabandistas han creado para la extracción de los productos, desde Sinamaica y la troncal del caribe, hasta la zona conocida como el “Gran lineal”. Según el general Tito Urbano Meleán, jefe de la ZODI-Zulia, desde este punto hasta la frontera existe una extensión de aproximadamente 15 kilómetros de terrenos desolados.
A ocho días del cierre de la frontera, las autoridades reportan una disminución del 25 por ciento en la venta de combustible. También la reducción de los vehículos que diariamente se trasladaban hacia la guajira, entre 5 mil y 10 mil carros que presuntamente viajaban hasta Paraguaipoa y Sinamaica para vender la gasolina surtida en las estaciones de servicio destinadas al abastecimiento del parque automotor de la región.
Los cuerpos de seguridad anuncian la destrucción de los caminos ilegales que conducen a tierras colombianas desde la Guajira y Mara.
Entre los matorrales aún transitan vehículos con placa venezolana que se distinguen por tener en su parabrisas, propaganda política de Colombia.
Las colas en la alcabala del puente sobre el Río Limón, disminuyen progresivamente. Este punto es considerado la entrada a La Guajira.
Controlar la vía lacustre es uno de los objetivos para los militares, en la necesidad de impedir el “bachaqueo” desde la troncal hasta “la gran lineal”.
Las colas en la alcabala del puente sobre el Río Limón, disminuyen progresivamente
fuente.lv