El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, declaró el estado de emergencia y autorizó que 1.000 efectivos de la Guardia Nacional fueran llamados a prestar apoyo después de que al menos dos tornados tocaron tierra, destacó la agencia Reuters.
«Esto todavía está empezando, así que las cifras no son definitivas, aunque estamos esperando, rezando y trabajando tan duro como sea posible para evitar que las muertes se limiten a esas cuatro», dijo Patrick en una conferencia de prensa.
Los tornados son poco frecuentes en el noreste de Estados Unidos, pero no es algo sin precedentes.
Estados del sudeste, especialmente Alabama, fueron duramente golpeados en abril, mientras que en Joplin, Misuri, fue devastado en mayo por un tornado que mató a 134 personas.
En Massachusetts, el primer tornado tocó tierra a las 16.30 hora local en Springfield, la tercera ciudad más grande en el estado, dijo Chris Vaccaro, un portavoz del Servicio Meteorológico Nacional.
Los fuertes vientos agitaron las aguas del río Connecticut y el área fue golpeada por el granizo y la lluvia.
Un segundo tornado golpeó Springfield, a 145 kilómetros al oeste de Boston, a eso de 18:20, dijeron las autoridades. La policía estatal dijo que al menos 33 personas resultaron heridas en Springfield.