Alexander Guerrero: ¿Qué pasó con PDVSA y el petroleo? Venezuela con petroleo y sin petroleo


Apriétense los cinturones, llego la hora del aterrizaje, un cambio de gobierno es necesario, pero no suficiente, mitos y paradigmas en el suelo, si el Estado quebró como productor de petroleo si queremos tener petroleo para nuestro propio desarrollo y exportar si sobra algo, tendremos que privatizar la industria petrolera.

Hace unos cuatro años, cuando discutíamos públicamente acerca de la tragedia que se perfilaba en la industria petrolera venezolana, el auditorio oía y observaba con alguna incredulidad nuestras afirmaciones acerca de que la industria petrolera venezolana (IPN) –PDVSA y socios- rodaba en ruta hacia a un colapso por descapitalización fundamentalmente bajo un descalabro financiero. En esos dias, el riesgo de PDVSA superaba los 2450 porque los mercados con nervios crispados porque PDVSA había parado abruptamente todos los naturales mecanismos que daban soporte al servicio de sus pasivos financieros, particularmente, los consolidados, bonos. PDVSA ya a finales del 2012 había perdido el crédito en los mercados abiertos, este le exigía cumplimiento de la cláusula “total disclosure” mientras su Presidente Ramirez se negaba exigiendo que PDVSA era riesgo soberano. Los bancos consideraban que el riesgo PDVSA era elevado para ser soberano, lo cual era una extendida percepción en centros financieros que algo olía mal en Dinamarca.

Antecedentes en la historia revolucionaria: el nacionalismo -militar- petrolero

Venezuela ha sido un país exportador de petroleo por varias décadas, unos cien años, la ecuación fundamental dice que todo país productor de petroleo y exportador, exporta lo que no se consume. Es fundamental comprender esta ecuación, nos ayudara a comprender lo ocurrido durante esos 100 años y una historia que no pertenece solo al chavismo (199-2016) sino que y ponemos la fecha critica, la revolución de 1945, la revolución de Chávez en cierto modo es su extensión.

Dos caminos nos traen hasta acá, un país del cual se dice que posee las mayores reservas del mundo, es más sonido para el nacionalismo petrolero, pero nada que el hombre de a pie, tenga que ver, habiendo sido relegado durante todas estas décadas a un reparto fiscal de una renta que viene cayendo desde el mismo momento que llego a su pico en 1970, contando barriles producidos per cápita y habiéndosele negado entrar en el negocio del petroleo, sin que a la fecha exista otra razón que ninguna. Así la renta petrolera fiscal cae continuamente, el crecimiento poblacional, compensaba el efecto precio sobre el ingreso petrolero al gobierno, pero el camino estaba trazado, durante décadas eso fue ignorado por la dirigencia petrolera de varias décadas,

Sin embargo, el ruido político caminaba por camino opuesto, la presencia del Estado era cada vez mayor sobre el ingreso, nos mantuvimos durante unos 40 años produciendo alrededor de 2.8 millones de barriles en promedio -con una muy baja dispersión, por cierto-  perteneciendo a una organización que nos restringía a producir más petroleo, mientras líderes de la OPEP incrementaban su producción sin detenerse. Y así, en lugar se inducir la presencia extranjera para aumentar la producción -que caía en términos per cápita- decidimos echarlos y encargarnos directamente, para tener que convocarlos nuevamente en medio de una colosal crisis fiscal traída por una crisis financiera que vio en el ingreso petrolero de la “apertura’ una oportunidad para abrir de nuevo la industria al capital extranjero, de nuevo.

Ello nos da una idea de cuantos barriles por cabeza corresponden y como el país – a diferencia de Arabia Saudita, por ejemplo- teniendo “las mayores reseras del mundo hizo todo lo que pudo desde el punto de vista de la economía política y de la política económica de dejarlas en el subsuelo, barril de petroleo que no se produce, barril que tiene precio de cero dólares. Esa regla se mantiene y seremos los venezolanos quienes lo demostraremos a rabiar. Este es el segundo camino, los coloque en conjunción para ahorrar tiempo.

De la revolución de 1945 a la revolución de 1999

 Desde 1945 hasta hoy, hemos tenido cuatro esquemas bajo los cuales el Estado/Gobierno captura la renta del petroleo, utilizando para ellos difusos derechos de propiedad. Una renta que, luego realizada como regalías, dividendos e impuestos, era volteada sobre la economía por via fiscal, la renta petrolera la producen unos yacimientos de petroleo con denominación de origen fiscal en los hechos durante el recorrido hasta 1999 cuando apareció la correspondencia fiscal en el Artículo 12 de la Constitución de 1999. Así la renta petrolera es un ingreso fiscal., de allí se deducen todos los costos por producirlo, como aquella parte de la renta que regresa al pozo en inversión para sostener y/o aumentar la producción, la participación -distribución de beneficios- de los asociados, el propio ingreso fiscal de la Republica.

Este componente último, es el que forma parte de la agenda política, la cual era definida en conjunto con PDVSA desde 1975 hasta los cambios constitucionales y legislativos postconstitucional. La apertura en la segunda parte de los 90, trajo socios privados internacionales, la había que producir petroleo extra pesado, aparecieron las asociaciones y otros convenios.

A partir del 2000, el régimen de captura de renta, se estrecha, en adelante, la propia industria y los márgenes de capitalización, serían en la ecuación, un residual, ese trataba de maximizar la renta fiscal, era evidente que nos estábamos montando en el roller coaster, pero petrolero, porque por ese camino, el fisco se comería la renta petrolera sin compasión, súmele a eso incompetencia, mal gobierno de un Estado y corrupción y tendrá la respuesta en sus manos, pero no olvide que el modelo de captura absoluta de renta fue montado sobre incentivos políticos fiscales, la revolución aceleraría los tiempos, los huevos se habrían agotados cuando tuviéramos que comernos la gallina.

Así ocurrió, pero tenemos salida en el futuro cercano, si y no. EN negativo si el Estado sigue con el negocio en sus manos, positivo si el negocio se subasta en el mercado y los incentivos se privatizan. Y que come el Estado con eso, nada, del petroleo nos interesa en adelante que los depongamos de energía sucinte y segura para nuestro desarrollo. La Venezuela que comienza hoy al término de esta pesadilla del socialismo, es la post petrolera.

Opinión publica ignora estado de la industria petrolera nacional: una agenda política

No ha sido fácil, porque meterse de cabeza en los estados financieros y balances y enhebrar y conectar con la extrema situación de PDVSA, con las cuentas fiscales de la Republica y de los impactos en la economía nacional, no era una tarea fácil convencer a la opinión publica que la industria petrolera si bien no quebraría por ser una empresa estatal, las enormes dificultades financieras y su descapitalización no serían superadas inclusive con la llegada de un nuevo gobierno, porque los cambios que habría que hacer chocan con el “consenso nacional de una industria petrolera que debe estar en manos del Estado”.

La ideología y la propaganda oficial sobre el nivel de reservas más alto en el mundo, que hace a Venezuela de facto un país rico, no es algo que solo los sectores más humildes del país creen sino de vastos sectores de la clase media, incluyendo una buena parte de la intelligentzia nacional.  La ideología y la propaganda del régimen algo que los sectores de oposición o podían luchar tanto por impotencia como por desidia, era suficiente para “recuperar” los nervios que genera una PDVSA en un flujo de caja que era cubierto casi exclusivamente por nuevas deudas, de allí que la pérdida del mercado financiero internacional por riesgo y probabilidad de impago de su deuda dejaría al, venezolano pasando hambre, muchos pensaban que era exageración.

Los medios al reseñar las dificultades financieras e industriales de IPN siempre contraponen el elevado nivel de reservas con las dificultades financieras, lo cual no les comprende porque el petroleo solo tiene valor y precio de mercado cuando el recurso, reserva es convertido en commodity. Inclusive se puede leer en análisis de la banca internacional notas según las cuales el petróleo en reservas es suficiente para pagar la deuda, con lo cual ignoran, a propósito, creo, que petroleo en reserva tiene solo un valor potencial, y solo tendrá valor cuando el recurso sea con vertido en commodity si se logra invertir tanto como para extraerlo.

El descalabro financiero tanto de PDVSA com o de la economía nacional

Esa fragilidad financiera que muestra PDVSA se contagia automáticamente en la Republica y en la economía nacional dado que las reglas de la economía política y las políticas económicas, leyes de represión financiera y económica estaban marcando que el mercado cambiario solo operaria con divisas petroleras -petrodólares; es decir, la deuda de la Republica y el mercado cambiario (importaciones) solo tendrían para sus economías los petrodólares, por lo que los riesgos que ya transmitía PDVSA dado que su flujo de caja era crítico, el contagio era inminente, si no había dólares en caja de PDV SA, tampoco habría para la deuda de la Republica ni para las importaciones, publicas y privadas. Es lo que ocurrió entre 2013 hasta ahora y no se detendrá al menos que haya un vuelco total en 180 grados no solo de la política económica sino de la economía política.

El setting estaba listo para una crisis de pago global en la economía nacional, dos déficits estaban en conjunción retrograda mercuriana, el déficit en balanza de pagos inducido por el propio control de cambio y el déficit fiscal, el déficit madre, de todos los déficits, algo que por lo demás, ya era evidente desde 2005 cuando arranca el crecimiento insostenible del Estado, el gasto fiscal triplicaba la tasa de crecimiento de la economía, creando condiciones en las cuales el Estado que crecía en tamaño y gasto no sería nunca sustentable en el escenario normal de una caída el ingreso fiscal petrolero, conociendo que el ingreso petrolero, era la mitad del ingreso fiscal general. Este fenómeno se da, pero posterior a su equivalente en caída de la producción petrolera, no por las reglas de la OPEP sino por descapitalización de la Industria Petrolera Nacional.

No todo termina allí, ciertamente, los problemas comenzaron con la expansión de la economía estatal, del gasto público y de la política,  que succionaba la renta del petroleo que no estaba comprometida en los acuerdos petroleros del gobierno con sus socios políticos, aunque el acuerdo comercial Chino – Venezolano, si bien  no generaba a efectivo en la caja de PDVSA, el pago en especies que hace China pasa a la economía como ingreso fiscal adelantado, para la inversión en otros acuerdos chinos venezolanos en decenas de proyectos, compartidos entre el BDCh, BANDES y FONDEN. Por cierto, todas las in versiones en proyectos estatales entre China y Venezuela financiadas por el “acuerdo chino se encuentran paralizadas.

La industria petrolera y PDVSA se descapitalizarían porque los fondos –cada vez menores– dada la caída de la producción y los acuerdos de suministrar petroleo -no cash- a Petrocaribe, ALBA. China, dejaban poco espacio financiero para que la industria petrolera -PDVSA- pagara su gasto y su enorme deuda financiera y pasivos a proveedores y contratistas, responsables estos de la producción de más de 1,4 millones de barriles de petróleo y al gobierno el responsable de la renta del petroleo que distraía los fondos de su capitalización para la atención del gasto político de la revolución, los costos que causó la trasferencia al sector público de empresas privadas, así como el abandono del mercado local por de empresas internacionales  y nacionales, además de las que no tenían otra opción de cerrar o quebrar.

No son precios del petróleo causantes de la debacle, sino la caída de la producción

La revolución había entrado en un viaje radical, el país no supo defenderse. Tampoco era difícil notar los caminos de ruina y descalabro financiero cuando en el 2013 el precio del petroleo marcaba $ 100 por barril, la opinión publica tenía la vista pegada en los precios y no observaba que la IPN se descapitalizaba y con ello la producción de petroleo descendía. Todo ello ocurría en 2013, al llegar Maduro al poder. El diagnóstico de la Republica era evidente, crisis de balanza de pagos, y crisis fiscal, La primera por caída del ingreso petrolero, y la segunda por que la caída del ingreso petrolero se expresaba en una caída potente de los ingresos fiscales para marcar un déficit fiscal que en marzo 2013 se situaba en el 18% del PIB y era solo el comienzo. Todos esto lo estábamos diagnosticando para los dias de la muerte del fenecido Presidente Chávez.

El cruce de ambas crisis nos permitió adelantar que entraríamos en semanas en el umbral inflacionario. En la profesión la mayoría de los colegas lo negaba, ellos creían a pie puntillas en los indicadores publicados por el BCV conociéndose que la inflación la estaban alterando desde hace años en el BCV, era evidente que estaban falsificados porque la economía real entraba en largo proceso de contracción y el gobierno monetizaría su enorme déficit y eso sabemos produce hiperinflación, no nos equivocamos. Así ocurriría.

En marzo del 2013 ya se  registraba caída de la producción de PDVSA en unos 800 mil barriles/día, además su flujo de caja estaba letalmente afectado por que exportaciones por acuerdos con China, Petrocaribe, Cuba, ALBA, se entregaban  750 mil barriles/día no representaban flujo de cana efectivo, para PDVSA porque esos acuerdos se basan en truques (China) financiamiento largo plazo y pago en especies, (Petrocaribe y ALBA Cuba ), subvención financiera (Cuba) y como PDVSA había sido negado el crédito internacional por que los bancos no aceptaron emisiones de bonos soberanos, sino corporativos que requerían aplicación del conocido “total disclosure”, el directorio e PDVSA no aceptó,  y así, al no emitir más deuda dejo de cubrir su flujo de caja embarrancándose en  su crisis de pagos para Julio del 2013, porque no recibía prestamos del mercado de capitales desde 2011.

Flujo de caja rojo y masivas investigaciones por legitimación indebida de capitales

Con ese colosal déficit de caja y las grandes obligaciones financieras por endeudamiento, PDVSA rezaga pagos por servicio, pagos a socios, desfasando su propia inversión en empresas mixtas, y otros contratos de servicio todo lo cual retrasa los proyectos de petroleo extra-pesado en, la FPO, los cuales elevaron sus costos financieros porque sus deudas no pagaban, extendiéndose en el tiempo, lo que sumado a la deuda contingente por juicios internacionales por violación de contratos, se impuso un elevado peso financiero, por todo lo cual el riesgo PDVSA crecería sin detenerse hasta hoy a niveles de costo financiero en 25 -27% lo que hacía prohibitivo cualquier maroma financiera en el mercado abierto.

Para finales del 2013 PDVSA aceleradamente buscaba arreglar el entuerto de sus inversiones en las empresas mixtas pasándole la administración de las mismas a sus socios, bajo arreglos financieros, de los cuales el de Chevron seria de muñeco para el resto de las empresas mixtas don de PDVSA había desfasado su inversión. ¡En consecuencia y a la fecha la producción de extra pesados mejorados apenas alcanzan los 90 mil barriles diarios, Una pérdida de más de 17 años!!, ¡En el diagrama anexo mostramos un gráfico de barras con el total de esas pérdidas, colosales!

Las cosas no terminaban allí ya que sobre sus finanzas también pesaban otros negocios, acusaciones de lavados de capitales por parios países en el Europa y USA le hacía perder a PDVSA líneas de crédito y por supuesto imposibilidad plena de atender la demanda de dólares en el mercado paralelo, y en estos últimos dos años, prácticamente le cierra las líneas de crédito financiero bancario para operaciones comerciales normales de una operadora petrolera. Las investigaciones sobre legitimación de capitales y otras relaciones non-sanctas, son el resultado de un marco de impunidad y malandraje que se ha apoderado del Estado venezolano en estos años de revolución.

PDVSA descapitalizada sin capital para invertir, el Mago de Oz en sus finanzas

PDVSA se había convertido además en una empresa que ahora se dedicaba a oscuras operaciones financieras, además de las administrar una importante porción del gasto público del gobierno actuando como soporte supletorio del gobierno central en los programas que PDVSA tenía asignado en misiones, entre ellos el de la vivienda, junto a otros con el mal llamado crédito chino, una porción de petroleo exportado a China y pagado con insumos para construir viviendas y en empresas mitas con ese país, muchas de ellas totalmente paralizadas.  Todo ello comprometía las finanzas no solo de PDVSA sino de la Republica dado que el gobierno al destruir el capital privado y la CVG obligo totalmente a que el mercado cambiario fuera servicio únicamente por los petrodólares, que constituyen el 98% de las reservas internacionales.

En lo interno como consecuencia de la  caída en los ingresos petroleros, el déficit fiscal crecía indetenible porque el gobierno al no disponer de moneda fuerte para financiar el déficit fiscal, se volteo al BCV para arrastrar una colosal financiamiento, monetario del déficit fiscal, que alcanza los 1140 mil millones de dólares a precio del paralelo, fenómeno que continua a la fecha, lo cual ha hundido al país bajo una pavorosa hiperinflación -la mayor del mundo- cuyas expectativas para Julio de este año, anualizado una hiperinflación en los 800%.

Los números de la descapitalización y el colapso

Veamos las cifras, PDVSA, la deuda de PDVSA con el BCV alcanza 272 mil millones es de dólares a dólar SIMADI o 138 mil 600 millones de dólares a precio del paralelo. Recuérdese que esta deuda de PDVSA con el BCV se corresponde a los bolívares que PDVSA eventualmente debía haber adquirido con los dólares por exportación de petroleo y vendidos al BCV comprarían los bolívares con los cuales pagar la contribución fiscal, estimada para el presupuesto del 2016 en 18560 millones de dólares. Así confirmamos que, en tres años, PDVSA no ha vendido un dólar al BCV para con los bolívares a cambio pagar sus obligaciones fiscales al gobierno en royalties, impuestos y dividendos (¿).

Esto devela lo que hemos afirmado acerca del descalabro financiero de PDVSA y muestra el origen del volumen colosal de bolívares en circulación impresos por el BCV el BCV para monetizar el déficit fiscal que emerge al PDVSA no tener bolívares para pagar el ingreso fiscal petrolero, y que teóricamente, de acuerdo al presupuesto, constituye la mitad del ingreso fiscal, lo cual permite afirmar que el déficit fiscal del gobierno supera los 42% en términos del PIB. El impacto de todas esas enormes distorsiones sobre la sociedad lo hemos visto en el acelerado empobrecimiento que ha derrumbado la economía real, la cual acumula una contracción económica del 25% en los últimos 3 años, y en desempleo que se acerca al 30, midiéndolo por los parámetros estándares del mercado laboral.

Venezuela empobrece aceleradamente, la crisis de PDVSA es el disparador

El empobrecimiento se acelera y el PIB per cápita cae a la tercera parte del PIB de 2009, unos $3850 per cápita de los más bajos del continente. El dólar paralelo se dispara hacia los 1000 bolívares, parándose en seco dada la enorme contracción de la economía, los márgenes de empobrecimiento se hacen crónicos y para el mundo es parte de grandes reportajes en la prensa internacional -suficientes para que Maduro y Padrino salgan eyectados del poder-  Venezuela vive periodo intenso de emergencia humanitaria por colapso de servicios públicos, escasez de alimentos en 82%, medicina y salud.

La concentración de todos esas distorsiones y precariedades económicas condicionan un entorno de estancamiento y empobrecimiento que se ha hecho visible en el mundo, con medio millón de venezolanos que emigran desde 2013 a la fecha, a países vecinos, el Caribe, México, Panamá, Costa Rica, Colombia, Perú, Brasil, Argentina, USA, Canadá y la diáspora extendiendo a Europa y Australia.

Acotemos que la intensas corrientes migratorias a otros países es un claro reflejo del elevado grado de empobrecimiento que atrapa a la clases medias, el país se convierte en la noticia internacional el gobierno no reacciona, la conclusión natural en estas condiciones de ingobernabilidad, irrespeto al Estado de Derecho y la presencia de un gobierno forajido, la justicia, el bien público que todos desean, se convierte en lujo de quienes tienen como financiar su seguridad personal, la criminalidad crece fuertemente, y la calle, la gente no sabe dónde termina y comienza la función de seguridad.

Nadie confía en las fuerzas militares, el venezolano de a pie, asume que entre militares, paramilitares, colectivos, ex presidiarios y planes, y eventualmente en escuadrones de la muerte que se enfrentan entre los diferentes focos del lumpen armado por la revolución conformado como escuadrones para la defensa de la revolución, el mismo fenómeno de las camisas pardas en Alemana nazi y de las camisas negras en la Italia fascista se encuentren las razones de su inseguridad en las calles y en las casas, en urbanización es y en los barrios. Se pierde la controlabilidad social y el individuo deciden encerrarse en casa, este, uno de los grandes síntomas de la pobreza de cualquier medio vivinte, una combinación de caída del ingreso per cápita de $11450 a $3890 hacia finales del 2016.

En el medio de ese espantoso cuadro económico y social yace la industria petrolera venezolana, descapitalizada por la fuerte presión fiscal de un gobierno que destrozaba una renta petrolera de unos 260 mil millones de dólares en 12 años, para redistribuirlos por via fiscal, descapitalizando la industria, en lo que hace un vivo cuadro de mala administración porque con precios del petroleo en 100 dólares, el sentido común económico decía que habría que invertir y producir más petroleo; después de todo eso lo estaban haciendo Irak, Kuwait,  Arabia Saudita, inclusive Nigeria, Irak, al mismo tiempo que sosteniendo sus niveles de oferta petrolera que permitiera mantener los clientes, PDVSA hizo lo contrario, cambio de horizontes su mercado, y con el costo de oportunidad en la espalda, perdió sus naturales clientes petroleros canjeados por China, Petrocaribe, Cuba, ALBA y otros mercados marginales, los cuales  bajo convenios firmados por la Republica construyeron un mercado donde exportaban unos 750 mil barriles de petroleo, financiado a 25 años,  y cobrado en vitualla, causando el costoso déficit en el flujo de caja de PDVSA entre 2009 y 2015.

Cae la producción, se acelera el agotamiento, PDVSA al borde del colapso

La descapitalización como se conoce en la industria petrolera, impuso severos costos, por perdida de producción en áreas (Furriel., Anaco (gas) y Costa del Lago, donde en agregado se pierde una producción cercana un millón de barriles diarios, suficiente para enviar a la quiebra a PDVSA empresa cuya capacidad de procesamiento y refinación apenas supera el 50%, lo cual reduce el flujo de caja de PDSDVA dado que reduce el precio de la cesta al caer las exportaciones de crudos refinados. PDVSA es hoy importadora neta de hidrocarburos diversos para la producción de combustibles, aceites, además de la importación de crudos livianos para mezclar los extras pesados de la Faja del Orinoco, al debilitarse y reducirse la producción de crudos mejorados por procesamiento y tener que atender las obligaciones por demanda de criados con importaciones de crudos, los cuales se adquieren a precios superiores del crudo procesado que va a CITGO a ser procesado, ampliando los márgenes de costo y en consecuencia reduciendo el ingreso por exportaciones.

El impacto negativo en el flujo de caja sobre la economía nacional se intensifica porque la economía política de la revolución ha descapitalizado el sector privado nacional y reducido las exportaciones no petroleras a mínimos dejando que las reservas internacionales dependan únicamente de los petrodólares. Bajo esas restricciones legales, el objetivo del gobierno era acabar a todo evento con el sector privado, ello generaría el pasaporte para sostener el poder, mas allá de las condiciones de miseria que se reproducen via hiperinflación y contracción de la economía nacional. En conjunto esto muestra que la desinversión y descapitalización de la industria restringió el ingreso petrolero administrado exclusivamente para el pago de la deuda externa tanto de PDVSA como de la Republica.

EL Outlook de IPN, PDVSA y asociados, el peor en industria petrolera internacional

El Outlook de la industria petrolera nacional, PDVSA y sus asociados, no es el mejor, y sus causales son políticas malas decisiones tomadas para exprimir la renta del petroleo es un serio problema de descapitalización que ha traído dos grandes males a la industria petrolera; el primero el cambio de las reglas de captura de la renta que llevo la toma decisiones a nivel de gobierno, con la cual PDVDSA se convertiría en un agente fiscal supletorio del gobierno central. Las nuevas reglas, Constitución y Leyes cambiaron la estrategia petrolera que venía de la apertura con una planificación de 6 millones de barriles diarios en un periodo de diez años, programación que se destruyó para dar paso a otra estrategia fiscal que requería maximizar la renta petrolera deteniendo los planes de crecimiento de la industria.

Así sumamos una perdida –por no ejecución– que genera un costo de oportunidad que referiremos abajo-  de cerca de 4 millones de barriles diarios, además de los 17 años transcurridos. Pasados esos diez y siete años, la producción apenas está en dos millones de barriles, un millón menos, que, en 1999, mas cuatro millones perdidos por cambio de reglas y violación de contratos, y por presión fiscal sobre la renta petrolera que impidió cumplir las metas del Plan de Negocios de PDVSA de 1999 que proyectaba una producción de 4 millones adicionales de petróleo de la FPO para el año 2010 y que eventualmente alcanzaría -nuestra proyección- de dos millones más entre 2010 y 2017.

Las pérdidas no terminan allí, porque fue precisamente el periodo de caída de la producción el que el repico del petróleo marca sus niveles más altos en 100 anos de historia, el gobierno de Venezuela, lleva a la quiebra la industria petrolera bajo una agenda que podemos llamar si prejuicio, un crimen económico. En términos de valores promedios para no entrar en honduras, podemos agregar unas perdidas en 6 millones de barriles diarios de producción acumulado a la fecha de hoy, multipliquen cada barril realizado a 75$.y comprenderán porque Maduro y sus malandros se quieren quedar toda la vida en el poder, no quieren darle la cara a la historia.

¿Cuál es la dimensión de las perdidas? ¡Una fortuna!!

Vale destacar que el gobierno se dio cuenta de sus errores cuando en su Plan Siembra petrolera de hace 8 años, programa la producción de 4 millones de barriles diarios adicionales a la producción de 3.25 millones B/D a la fecha del presentado el Plan para ser cumplido en 2015, con una inversión de 250 mil millones de dólares, de los cuales PDSVA tendría invertiría 160 mil millones, mientras 190 mil millones era la inversión de las empresas mixtas. Recordemos que el Plan de Siembra aprobado en el 2005 proponía llevar la producción de 3.2 millones de barriles diarios que se producían en 2005 hasta 7.2 MMBD en 2015; es decir, 4.3 millones de barriles adicionales en 2015 y de 6.1 millones de barriles diarios a 2021, bajo el modelo de 60:40. El objetivo se concentraba básicamente en FPO con la construcción de 5 nuevos mejoradores. A la fecha existen 12 ventures mixtas en la FPO, las cuales apenas han sumado a los 500 mil barriles diarios que producían a la llegada de Chávez al poder, solo 70 mil barriles diarios, de producción temprana solo un 7% de las metas del Plan de Siembra, y ningún mejorador de las cuatro propuestas en ese Plan.

Al hacer un resumen de lo ocurrido, es necesario acotar que sumando la declinación en las áreas convencionales -diferentes a la FPO- y el fracaso del Plan de Siembra, en el original y en el ajustado en 2012, la producción Por ello, y debido a la declinación de las áreas tradicionales y a la incompetencia, ineficiencia corrupción en ambas áreas, la convencional y la de la FPO la producción petrolera de Venezuela ha descendido en los últimos 12 años cerca de 1 millón de barriles diarios hasta alcanzar los 2,2 millones de barriles que la OPEP y otros centros de importancia en las agencia petroleras internacionales es decir, un 31% de la producción registrada en 1999.

Hay que acotar igualmente que las competidores de Venezuela en la OPEP incrementaron su producción, perdiendo inclusive Venezuela su rol en la OPEP como productor marginal capaz de afectar los precios y por ello con peso decisivo en la organización, De todos modos la OPEP parece estar viviendo sus últimos dias de activismo petrolero al pasar los países productores A Saudita, Irak, Irán, Kuwait, Emiratos, a un esquema de sostener sus clientes aumentando la producción lo cual conduce a precios más bajos, los cuales terminarían de abrochare el colapso de la industria petrolera venezolana que había comenzado con la descapitalización y caída de la producción en los números en el diagrama.

¿Qué dicen esos números? ¿Podríamos contabilizar la desgracia?

En el cuadro anexo discriminamos por planes de negocio tanto de PDVSA 1999 que traía de los años de la apertura y cuyo cumplimiento era preciso hasta la llegada de la revolución y el socialismo petrolero que los detuvo e impidió su cumplimiento. También el Plan de Siembra, en su versión original fracasada y en sus dos ajustes y respectivos desfases, y la realidad de hoy, muestran básicamente dos cosas, la destrucción y el colapso de la industria petrolera nacional, fenómeno que ocurre en diez y siete años, pero anos en los cuales el precio promedio del petróleo en el mercado internacional en unos $78 por barril (hasta 2014) cuadriplica los costos del barril de petroleo de la FPO, hoy a $ 40 por barril apenas cubre costos de producción pero no cubre regalías ni impuestos y en segundo lugar muestra el enorme volumen de renta petrolera que se hubiese generado si los planes de crecimiento se hubiesen mantenido su cumplimiento.

No había razón alguna de no haber ocurrido, porque el elevado precio del petróleo durante esos doce años, pedía mayor producción, existía un mercado que pagaba cualquier precio, hoy ese setting ya no existe, si algo sobra en el mundo es petroleo, y tecnologías para echarlo a la superficie, y a los países se les pide buena conducta, reputación y cumplimiento de contratos y obligaciones. Venezuela tiene diez y siete años mostrando que es un país -petroleramente- fallido, con gobierno forajido, mala conducta, y un cuadro político interno inestable, y aun sin una oposición que hable claro y diga cuál es su visión del petroleo, hasta ahora eso no ha ocurrido, el viejo paradigma aun reina en nuestra clase política, el Estado lo maneja un Rey y ese Rey reclama ser productor porque la renta es del “pueblo” aunque la reparte el Rey. No queda otro camino que la subasta de una industria, el mercado dirá si exportamos, ya no será como antes que bastaba tenerlo para venderlo, en adelante las reglas están del lado de la oferta, petroleo hay como arroz y la demanda seguirá cayendo marginalmente la gente busca energía más limpia, y el camino es del precio al costo de oportunidad.




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