El incidente ocurrió en una fábrica de Wintek, empresa a la que Apple ha pedido que deje de usar n-hexano en su producción.
En el informe oficial de Apple sobre los efectos adversos de sus trabajadores, consideró el incidente como una violación central a la integridad de sus empleados.
La creadora del iPad y del iPhone también dijo que solicitó que Wintek mejore su sistema de ventilación y, que tras sus exigencias a su socia china, los trabajadores en la planta no volvieron a presentar problemas de salud.
Después del incidente, y como especifican las leyes chinas, Wintek pagó el tratamiento médico, comidas y salarios de los trabajadores enfermos.
Además, según el informe de Apple, la mayor parte de los afectados ya se ha recuperado y ha regresado a la planta.
Sin embargo, otro documento presentado por una coalición de 36 grupos ecologistas en China informó de que varios de los trabajadores fueron retirados de sus cargos sin indemnización.
La exposición a altos niveles de n-hexano puede causar daño al sistema nervioso periférico y, finalmente, a la médula espinal causando debilidad muscular, infertilidad masculina e incluso parálisis.
El año pasado, otra socia de Apple en China, Foxconn, que fabrica para la multinacional el iPhone o el iPad, vivió una ola de suicidios de sus trabajadores en plantas de esta firma taiwanesa en Shenzhen (sur de China).
En este informe anual Apple mostró su «preocupación y tristeza» por esta ola de suicidios.