Llegar a los 40 años supone un cambio en nuestras actividades diarias. El cuerpo experimenta los primeros signos de envejecimiento y la piel es prueba de ello. No obstante, hay formas de cuidar mejor esta capa del cuerpo para lucir radiante si estamos cerca de llegar a la base cuatro.
En primer lugar, debemos aceptar que el paso del tiempo afecta a todas las personas por igual. A partir de allí, podemos buscar alternativas para que nuestra piel no se vea maltratada, presente deshidratación o sequedad. Es importante adecuar los cosméticos de acuerdo con nuestra edad.
Pero no tenemos que esperar llegar a los 40 para empezar a preocuparnos por nuestra piel. En efecto, la mejor etapa para iniciar una rutina adecuada de cuidados es a partir de los 20. Con el paso de los años debemos comprender que el uso de cremas hidratantes y protectores solares ya no serán suficientes para protegernos.
A partir de ahora, debemos ser más disciplinados para prevenir las posibles manchas por exposición al sol, la aparición de arrugas, entre otros problemas. Podemos empezar por establecer rutinas para la piel: una de día y otra de noche. De este modo, obtendremos resultados más efectivos, pues los efectos del uso de cremas y demás cosméticos tarda poco más de dos semanas en dar sus primeras luces de mejoramiento.
Como segundo punto, debemos invertir en una crema de ojos. De acuerdo con el especialista de REVIEWBOX, Alejandro González, la piel de los ojos es mucho más delgada y la más sensible del rostro, por lo que es necesario contar con una crema para prevenir y eliminar las líneas de expresión. En la actualidad hay un sinfín de productos, desde cremas con propiedades hidratantes, hasta aquellas con cafeína para desinflamar o incluso borrar las ojeras.
Por otro lado, tenemos a los peeling, un tipo de tratamiento cosmético para regenerar la piel mediante la eliminación de células muertas. Por lo general, lo realiza un profesional con el uso de punta de diamante y ácidos.
También es importante consumir alimentos y vitaminas para combatir los signos del envejecimiento. Entre ellos están las proteínas y los péptidos, los cuales mejoran las funciones naturales de la piel. Asimismo, la vitamina C y E aumentan la firmeza de la piel. Por último, el retinol y el ácido hialurónico minimizan la apariencia de arrugas y líneas finas.
Además de las proteínas es importante el consumo de antioxidantes, los cuales combaten los radicales libres que ocasionan la aparición del acné, arrugas y manchas en la piel. Los antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias y proporcionan un aspecto más joven y radiante.
De igual modo, es importante darle mayor atención a la piel del cuello y escote. Por lo general, no le da la debida importancia hasta que el daño es muy notable, por lo que es necesario un mayor cuidado con humectante y protector solar.