¡Atención! Tener sexo en el agua tiene sus riesgos

A muchos les encanta la idea de tener “sexo en el agua” de una forma divertida y traviesa, pero no en todos los casos es bueno realizar este tipo de coito. Sin embargo, existen posibilidades en el plano sexual que inventan a hacer realidad todo tipo de fantasías, una de las más prometedoras y excitantes experiencias seguramente ha de ser la de tener sexo en el agua, pero siempre es importante tener en cuenta muchas cosas antes de experimentarlo.

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Ya sea que la posibilidad aparezca en una piscina, en el mar o en un jacuzzi, vale la pena tener en cuenta que lejos de “humectar” la zona genital, el agua se encarga de limpiar y de barrer el lubricante natural de la vagina, los que la preparan para una penetración exitosa, por lo que el sexo en el agua puede resultar en una penetración con fricciones que pueden generar dolor e incomodidad, tanto durante el coito como después de este ya que la vulva se puede irritar gravemente, además la falta de lubricación aumenta la presión y el roce, generando un riesgo muy grande de rotura en el caso de estar usando condón, por lo que la pareja inmediatamente se enfrenta a riesgos de contagio de enfermedades de transmisión sexual o de embarazos no deseados.

Si la pasión asalta a la pareja en plenas vacaciones y la tentación tiene lugar frente al mar, no está de más pensar que esta transgresión puede tener sus repercusiones, para empezar tener sexo en espacios públicos es un delito, por lo que si los pilla la ley terminarán su romántica noche en la estación de policía más cercana, lo que no dejará ningún recuerdo demasiado ameno del asunto. Además hay que tener cuidado con el entorno, una penetración con arena puede dañar la vagina de la mujer, no solamente ser doloroso sino inclusive exponerla a infecciones graves.

Por otra parte, el agua lejos de proponernos un ambiente limpio propone uno en el que proliferan todo tipo de organismos que pueden meterse en los genitales y provocar todo tipo de problemas que siempre es mejor evitar. La recomendación no es otra que la de empezar el juego previo en el agua, pero luego apostar a lo seguro y tener sexo fuera de ella, la satisfacción será la misma y el riesgo será menor.

Información remitida por especialistas a la redacción en la fecha de publicación