La CIDH denunció en un comunicado la «falta de independencia y autonomía» del Poder Judicial, que es «uno de los puntos más débiles de la democracia venezolana» e impide el pleno goce de los derechos humanos en el país.
«Es esa falta de independencia la que ha permitido que en Venezuela se utilice el poder punitivo del Estado para criminalizar a los defensores de derechos humanos, judicializar la protesta social pacífica y perseguir penalmente a los disidentes políticos», señaló la Comisión.
Álvarez Paz fue arrestado el lunes por orden de un tribunal de Caracas bajo acusación de conspiración, instigación pública a delinquir y difusión de información falsa por sus declaraciones en un programa donde dijo que Venezuela se convirtió en un centro de operaciones que facilita el narcotráfico.
La CIDH consideró de «enorme preocupación» que se persiga a personas por hacer «denuncias o consideraciones» sobre la situación del país y que se use a la justicia para «silenciar las expresiones críticas o disidentes».
El órgano independiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió al gobierno de Hugo Chávez no usar «medios directos o indirectos para silenciar las opiniones críticas o las denuncias» contra el gobierno «por inquietantes u ofensivas» que sean.
El miércoles, Estados Unidos se mostró «seriamente preocupado» por la detención de Álvarez Paz, lo que consideró es el «último ejemplo» de los ataques del gobierno de Chávez a la libertad de expresión, según dijo un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner.
El embajador venezolano en Washington, Bernardo Álvarez, reaccionó en un comunicado en el que indicó que el arresto del ex gobernador es «un caso legal y no político» y que se le han respetado todos sus derechos procesales.
La CIDH emitió en febrero un voluminoso informe sobre Venezuela en el que denunció que el Estado de derecho se ha debilitado por la falta de separación de los poderes y eso restringe seriamente los derechos humanos. Caracas rechazó ese reporte.
af / Reporte360