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COCODRILOS BARRIÓ EN EL PANTANO

      Cocodrilos de Caracas barrió a Marinos de Anzoátegui, 98 por 97, en un duelo lleno de múltiples incidentes que opacaron la victoria sauria en el Parque Naciones Unidas de El Paraíso.

Un silencio súbito acompañó el sonido de la chicharra, al término del cuarto final, porque se conocía la muerte del uno de los hombres de la oficina de Cocodrilos. La celebración se transformó en pesar, el shock se apoderó del ambiente y los redoblantes de la samba dejaron de tocar. Los jugadores se fueron al vestidor y se canceló todo.

Los saurios habían tenido una primera mitad pletórica, de grandes. Hicieron ver a los actuales campeones de la LPB como uno equipo desdibujado, sin argumentos. Marinos ponía la rodilla en tierra con la misma velocidad con la que Cocodrilos asumía la conducción del juego en el cual llegó a tener 24 puntos de diferencia en el marcador, 47 por 23.
Juan Herrera embocó 4 triples, Cleotis Brown tres y a la fiesta se unieron Kenyi Urdaneta y Windi Graterol ambos con uno. Tal registro, nueve en total, son una nueva marca interna para el equipo en una primera mitad.

El gran ambiente, la fiesta en el tabloncillo, se vivía en la grada. La primera mitad se acabó 60 por 39 y el público era testigo de uno de los mejores momentos vividos por Cocodrilos de Caracas en toda la temporada.

LA OTRA MITAD

El tercer cuarto inició de forma atípica. Tras una cesta de tres puntos de Oscar Torres, el entrenador nauta, Jorge Arrieta, celebró más efusivamente casi sobre la cara de su par de Cocodrilos, Néstor Salazar, y comenzó la discusión verbal entre ambos técnicos que acabó con la expulsión de los dos.

La expulsión se dio cuando la pizarra marcaba 8 con 30 minutos por jugar, Cocodrilos ganaba 80-75.

Los decibeles subieron y la visita aprovechó las concesiones de los saurios. Aquel equipo perdido encontró su brújula ganadora e hizo valer su condición de ganador. Marinos arrolló a Cocodrilos, se paseó como quiso en la cancha y dio la vuelta a la pizarra hasta dominar, en el último cuarto, 97 por 94.

La reacción de los capitalinos no se hizo esperar y, en un parpadeo en el que Marinos no embocó dos tiros, Cocodrilos aprovechó la brecha, un par de robos de balones y se agenció su décima victoria de local.


EL ADIÓS DE UN AMIGO

En el arranque del tercer cuarto, José Manuel Vieira, uno de los encargados logísticos de Cocodrilos fue sacado en camilla del gimnasio José Beracasa. El público advertía el paso acelerado de los paramédicos mientras el paciente mostraba gestos de molestia. Cuando se acabó el juego, todo se suspendió. El animador Atilano Hidalgo Peña, con un nudo en la garganta, confirmaba lo impensable: Vieira, el amigo, un hombre de 50 años de edad, fallecía a consecuencia de un infarto fulminante.

COCODRILOS BARRIÓ EN EL PANTANO was last modified: julio 24th, 2015 by
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