En principio, se deberán vaciar los tanques de combustible. Se presume que la nave tiene unas 2.380 toneladas de gasoil en su interior. La empresa holandesa Royal Boskalis comenzó a realizar este trabajo y se estima que tardará un mínimo de tres semanas. Sin embargo, todo está sujeto a que no se produzca una fuga.
El segundo paso es reparar el daño en el casco del crucero. El impacto contra las rocas cercanas a la isla de Giglio produjo una apertura de 70 metros por donde ingresó el agua. El último de los trabajos sería bombear el agua afuera del crucero.
Según el diario italiano La Stampa, se manejan tres hipótesis para retirar los restos del Costa Concordia.
La primera implicaría ubicar tanques llenos de aire debajo del casco para poder elevar la nave. Una vez conseguido eso, se pondrían grandes vigas en el lado opuesto a la inclinación. El crucero sería enderezado con cables de alta resistencia y una grúa, para “apoyarlo” sobre las vigas y ser remolcado.
El segundo plan es levantar la embarcación con globos de aire para mantenerlo a flote y poder transportarlo con barcazas.
Esas dos hipótesis dejan abierta la puerta a que el Costa Concordia, valuado en 572 millones de dólares, pueda ser reparado. Sin embargo, se trata de una de las opciones más costosas, por lo que podrían ser descartada.
La última alternativa es que, dada la magnitud de los daños, se declare una pérdida total y se decida simplemente desguazar el crucero y cortarlo en trozos, que serían más sencillos de retirar del mar.
Los especialistas en rescates marítimos coinciden en que el operativo puede durar varios meses, incluso años, y que son muy pocas las compañías capaces de llevar a cabo este trabajo.
Infobae