En el que ya ha sido bautizado como el «juicio del siglo» en Corea del Sur, el vicepresidente y «heredero» de Samsung, Lee Jae-yong, ha sido condenado este viernes a cinco años de cárcel por pagar sobornos millonarios a cambio de favores políticos. Según informa la agencia estatal de noticias Yonhap, el Tribunal del Distrito Central de Seúl ha encontrado a Lee, de 49 años, culpable de soborno, malversación de fondos, ocultación de activos en el extranjero, encubrimiento de actos criminales y perjurio.
Con esta sentencia, que sus abogados ya han anunciado que recurrirán, se cierra uno de los capítulos más sórdidos del escándalo de corrupción de la«Rasputina» de Corea del Sur. Por su oscura influencia sobre el Gobierno, así ha sido apodada Choi Soon-sil, una amiga íntima de la anterior presidenta, Park Geun-hye, destituida en marzo por este caso. Detenidas, ambas esperan a ser también juzgadas.
A tenor del fallo judicial, el «heredero» de Samsung pagó 43.300 millones de won (32,6 millones de euros) a cuatro fundaciones controladas por la «Rasputina» para que el Fondo Nacional de Pensiones diera el visto bueno a la fusión de dos empresas subsidiarias en 2015. Gracias a dicha operación, el Ejecutivo reforzó su posición en la compañía para suceder a su padre, Lee Kun-hee, retirado de la presidencia tras sufrir un infarto en 2014.
Aunque Samsung no ha negado tales pagos, Lee Jae-yong, nieto de su fundador, ha insistido en su inocencia durante todo el proceso y ha descargado la responsabilidad de los «donativos» a fundaciones en otros ejecutivos. Junto a él, han sido condenados otros cuatro altos cargos de la compañía, dos de ellos con las penas suspendidas.
Además de condenar al «heredero» de Samsung, para quien el fiscal pedía doce años, la sentencia asesta un duro golpe a la reputación de la multinacional surcoreana. A pesar de este escándalo, y del fiasco del Galaxy Note 7 por sus baterías que explotaban, la compañía registró en el segundo trimestre un beneficio récord de 14,1 billones de won (10.610 millones de euros).
Pero los expertos creen que el encarcelamiento de Lee Jae-yong y la retirada por enfermedad de su padre afectarán a la toma de decisiones de Samsung, que el año pasado protagonizó seis proyectos de adquisición y este año no ha llevado a cabo ninguno.
Tras la condena a Lee Jae-yong, aún deben ser juzgadas por corrupción la expresidenta Park Geun-hye y su amiga Choi Soon-sil, protagonistas del mayor escándalo político que ha sacudido en los últimos años a Corea del Sur.