Desde niños empezamos a reconocer lo que nos gusta y lo que no. Algunas personas mantienen las mismas preferencias durante toda su vida; por ejemplo, de niños, es muy común que no disfruten de las verduras, aunque al crecer conocen los beneficios y optan por aceptarlas.
Y es que, aunque de adultos vivamos con las mismas fobias que de niños creamos a los alimentos, es ya necesario practicar nuestro conocimiento sobre lo que ingerimos y superar esos «miedos» en busca de una mejor salud.
De hecho, muchos de los alimentos que no nos gustan, son los que mayores aportes nutricionales tienen, es decir que son buenos para nosotros. ¿Cuáles odiabas? ¿Alguno de estos? Con información de mensfitness.com, aquí los alimentos que aunque no te gusten son buenos para ti.
Resulta que la también conocida como «remolacha», tiene un alto contenido de carbohidratos, que son una fuente rápida de energía natural, no son carbohidratos pesados que son difíciles de sacar de tu organismo. Además, contiene magnesio, calcio, hierro y vitaminas A y C, entre otras cosas.
Para que no parezca extraño y no sea tan desagradable, empezar a introducir el betabel en tu comida, inicia con pequeños trozos, hasta que puedas con toda una ensalada de tan morado tubérculo.
La berenjena, más que por su sabor o textura, es rica porque contiene una gran lista de nutrientes como Vitamina C, provitamina A, ácido fólico, niacina, fibra, agua y más. Además, posee muy baja cantidad de carbono, proteínas y grasas; y cuenta con una gran fuente de antioxidantes.
Para que consumirla no sea un martirio, busca combinarla con algo que sí te agrade, como queso o preparada en lasaña.
¿Cómo comerlo? Lo ideal sería preparado como guacamoles, pero si así no te gusta, inicia colocando pequeñas rebanadas en tu sándwich, tostada o torta.
Acompañarlo con frutas, es la versión más clásica de ingerirlo, pero puede ser parte de un platillo más en forma como en crepas o acompañando hasta un guacamole, indica gastronomiaycia.com.
Para degustarla, tienes muchas opciones, pueden ser combinadas con ingredientes dulces, salados, agrios, en preparaciones como postres, acompañantes o plato fuerte.
El hígado encebollado es famoso, ¿por qué no lo pruebas?
Resulta que son ricamente altas en fibra, proteínas y vitaminas. Se considera que puede ayudar a prevenir el cáncer, y la vitamina C que contiene, beneficia la piel, la vista, el oído y al aparato respiratorio, menciona alimentos.org.es, donde puedes leer la tabla nutricional completa de esta hortaliza.
Hazte «amigo» de las Coles de Bruselas preparándolas con pasta, carnes y quesos. Las puedes acompañar con cualquier cosa.
Los beneficios de estos «arbolitos», en realidad son muchos, ya que incluso se recomiendan a diabéticos para eliminar los daños generados a los vasos sanguíneos, puesto que ayuda a producir enzimas protectoras, indica campodeelche.com.
Prepáralos hervidos con algún tipo de aderezo para disimular un poco el sabor que te desagrada, es una opción. Puedes ser más práctico y valiente preparando el brócoli en platillos elaborados que involucren ingredientes como carnes.
9. Nabos.La frase «está del nabo», expresa muy bien es sentimiento que mucha gente tiene sobre este tubérculo, como un alimento desagradable. Pero hay que darle una oportunidad, los nabos son una fuente importante de vitamina C, fibra, ácido fólico, manganeso, cobre, magnesio, almidón y más, explica euroresidentes.com.
10. Pescado. Son muchas las personas que encuentran todo mal con el pescado, desde el olor, pasando por la textura, hasta los huesos y el sabor. Pero, cuando te dejas conquistar por las ilimitadas delicias del mar, puedes obtener grandes recompensas. Y es que los mariscos son una gran fuente de proteínas que ayudan a disminuir el consumo de carnes con grasas saturadas y hasta para bajar de peso.
Se recomienda la ingesta de éste dos o tres veces por semana, para así obtener omega-3 suficiente para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, prevenir diabetes y hasta cáncer. Incluso, se cree que el omega-3 ayuda a luchar contra el asma y la depresión. Reduce el colesterol y es fácil de digerir.
Para comerlo tienes opciones ilimitadas, desde en sopa hasta envinado al horno.
Estos pueden ser un gran sustituto de las papas.