tiene una incidencia de entre 8 y 10 casos por cada 100.000
habitantes.
Francisco Hernández, médico nefrólogo, explicó este viernes
que el Hospital José María Vargas cuenta con un laboratorio especializado para
el diagnostico de esta afección.
“Las pruebas que hay que realizar para
diagnosticar esta enfermedad son muy específicas. No se hacen en cualquier
parte. Hay que hacerlas en laboratorios especializado en inmunología y allí en
el Vargas lo tenemos a disposición de los pacientes”.
Explicó que la
incidencia promedio en cada país es de 15 casos por cada 100.000 habitantes, por
lo que Venezuela se encuentra por debajo del promedio.
El lupus es una
enfermedad que ataca a todo el organismo, tanto células como órganos y tejidos,
caracterizada fundamentalmente por un problema en la producción de anticuerpos
contra el mismo organismo.
Este padecimiento no tiene cura pero es
controlado con un tratamiento que amerita la observación y el estudio de un
equipo de salud multidisciplinario, en el que intervienen reumatólogos,
dermatólogos, nefrólogos, médicos internistas y neumonólogos.
Es un
problema fundamentalmente inmunológico y aún no se sabe exactamente cuál es el
motivo por el cual se desencadena, pero si hay factores asociados bien descritos
y bien definidos, como la predisposición genética y los factores ambientales y
hormonales, por lo cual en las mujeres esta enfermedad es mucho más frecuente
que en el hombre.
Incluso algunos medicamentos pueden ser desencadenantes
de esta afección.
En principio hay síntomas y signos que hacen sospechar
la presencia del lupus. Las personas que lo tienen sufren de malestar general,
dolores musculares y articulares, e inflamación en las articulaciones de manera
simétrica.
También puede haber caída del cabello, lesiones en la piel,
sobre todo a nivel de las mejillas, que tienden a colocarse muy rojas sobre todo
cuando hay exposición al sol (fotosensibilidad). Además, pueden aparecer
pequeñas úlceras alrededor de la boca y problemas renales, que son muy
frecuentes.
“Se inflama el riñón, se producen mecanismos que pueden
conllevar a una insuficiencia renal y a un proceso de diálisis”, explicó el
doctor.
Agregó que esta es una enfermedad que varía mucho de un paciente
a otro. “Hay pacientes que evolucionan bien y no tienen mayores síntomas. Pueden
pasar muchos años asintomáticos con dosis bajas de tratamiento. Hay otros que
lamentablemente evolucionan de una manera más agresiva”.