Contrabando y alza de insumos encarecen la carne

Desde principios de este año, Venezuela ha vivido la agudización de la escasez y encarecimiento de la carne de bovino y, a pesar de los esfuerzos del Gobierno nacional y actores del circuito cárnico, el rubro apenas reaparece, más caro y por cuentagotas en el mercado.

Esta situación de incertidumbre puede impactar negativamente la industria, a quienes dependen de ella, su consumo e, incluso, mermar su calidad.

Sobreprecios

El 01 de junio fue publicada la Providencia 052 de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), que fijó nuevos precios del ganado en pie (productor) y para el consumidor, manteniendo los precios del ganado y la carne en canal según lo indicado en la anterior regulación 038. Sin embargo, la realidad no permite hablar del cumplimiento pleno de la norma.

Un recorrido por carnicerías y supermercados de Caracas y San Cristóbal no solo reveló el incumplimiento de lo señalado por la Superintendencia en aquellos establecimientos donde apenas se podía encontrar la proteína animal, sino que había desequilibrio en los precios indicados en cada lugar.

Entre 650 y mil bolívares por kilo (Bs/kg) oscilan los montos a pagar por la carne de primera en los distintos locales visitados, precios que dejan en evidencia distorsiones, irregularidades y factores propios de su dinámica.

En un frigorífico del municipio Sucre de Caracas se constató la existencia solo de carne de primera a 750 Bs/kg. “Vendemos a precios fuera de la regulación porque es la única manera de mantener el negocio y los empleados”, explicó su propietario. “Saben que puedo ser objeto demultas y sanciones si publican mi nombre o el del local”, advirtió mientras explicaba el cómo se veía obligado a pagar la carne en canal a 390 Bs/kg a los proveedores.

“Antes pedía y llegaban los despachos de carne, ahora es irregular, y el Gobierno es muy poco lo que nos trae”, cuenta. También enseña las facturas del intermediario y las guías de movilización de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro) y las notas de pago del proveedor (con sobreprecio). “Tampoco se puede mantener el precio regulado porque los gastos operativos y de personal lo hacen imposible”, acota.

En los abastos Bicentenario de Plaza Venezuela y Parque Central en Caracas, se pudo observar a un número importante de personas comprando carne de segunda a 220 Bs/kg. Estaban allí desde las 6 am. “Todos los días nos llegan gandolas repletas de carne brasileña que despachamos permanentemente a precio regulado; por ejemplo, esta noche esperamos que nos llegue más”, comentó uno de los carniceros del establecimiento.

Por su parte, en uno de los locales del Mercado Mayor de Coche, las personas podían adquirir carne de primera a 725 Bs/kg. “Tenemos carne para cubrir la venta a los clientes regulares, pero es imposible venderles a quienes vienen de afuera”.

Una trabajadora del lugar precisó que “los inspectores de la Sundde y los consejos comunales nos imponen multas sin considerar lo que hayamos pagado. Si esto persiste por dos meses, tendremos que cerrar y perderemos el trabajo”.

También en Coche se observaron neveras y mostradores vacíos. “Aunque otros sí corren el riesgo vendiendo carne a más de 700 Bs/kg, nosotros no vendemos a precio fuera de la regulación”, comentó Juan Hidalgo (nombre real en reserva), dueño del local.

“Los mataderos nos ofrecen ganado con diez días de beneficiado porque los ganaderos no arriman reses temiendo perder su inversión; yo así prefiero no comercializarlo”.

En el mercado de Quinta Crespo solo puede accederse a carne de cordero, chivo y cerdo desde 450 Bs/kg. “No encuentras carne de bovino porque nos despachan solo tres o cuatro reses al mes”, nos explicó el propietario de una de las carnicerías (nombre en reserva). En los alrededores, en la avenida, sin embargo, la carne de segunda se expendía con sobreprecio.

En ciudades del interior del país la situación no es muy diferente. Entre 650 y 850 Bs/kg se vende en San Cristóbal. Si bien el rubro reaparece en carnicerías y frigoríficos -a precios que triplican lo establecido por la norma-, no lo hacía en supermercados ni en grandes cantidades por temor amultas, sanciones y pérdidas, según reportaron medios locales.

Producción y abastecimiento

La experiencia en el recorrido de Últimas Noticias permite decir que se puede conseguir carne en el mercado nacional. Sin embargo, persiste el debate sobre su producción, importación, costos y las condiciones (insumos y adecuación de precios) para el desarrollo de la actividad.

En este sentido, el ministro para la Agricultura y Tierras, José Luis Berroterán, dijo que “actualmente tenemos un rebaño de 15 millones 800 mil animales (y) en el primer trimestre de este año el arrime de ganado a nivel nacional fue (…) de 300 mil animales por mes”. Actualmente, añadió, tenemos un rebaño de 15 millones 800 mil animales”, que abastece 65% del mercado nacional.

No obstante, el presidente de la Federación de Ganaderos de la Cuenca del Lago (Fegalago), Armando Chacín, citado por El Mundo, Economía y Negocios (Emen), la producción nacional está “ahora en niveles de 40%”.

Por su parte, en declaraciones a VTV, el presidente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (Confagan), José Agustín Campos, precisó que “la producción nacional (…) abastece 70% del consumo (y) nadie puede decir que la ganadería está quebrada”.

Importación

Solo 35% proviene del exterior, precisó el ministro Berroterán, “y la adquieren a precio de divisa preferencial, es decir, Bs 6,30 (por dólar)”. El Estado, comentó, “articula esfuerzos con el sector privado para empujar y estimular la producción de carne”, lo que “ha incidido significativamente en la reducción de la importación del rubro”.

Así, es importante destacar que en 2014 la importación de carne bovina aumentó a 45 mil 118 toneladas, según la Memoria y Cuenta del Ministerio para la Agricultura y Tierras. Las cuales fueron traídas de países como Nicaragua y Brasil a través de procesos que se han agilizado y simplificado con la descarga directa y traslado para el envío a los mataderos industriales y su colocación en el mercado.

Sin embargo, Otto Gómez, presidente del Consejo Venezolano de la Carne (Convecar), cuestionó las condiciones de desventaja de los productores nacionales ante los productos importados, ya que no reciben divisas suficientes para insumos ni apoyo del Estado, a pesar de que éste podría pagar el rubro a más de un dólar por kilogramo en el mercado internacional.

En este sentido, Carlos Albornoz, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), señaló que “el ajuste del Sundde no se parece en nada a la realidad de los costos que atraviesa el sector agroproductor” y adicionalmente es una medida que arranca con distorsión ya que “se ajustaron los precios a puerta del corral, pero no al resto de la cadena”.

EL consumo aumentó

El Gobierno nacional ha desarrollado políticas de abastecimiento para hacer llegar directamente y a precios accesibles la carne bovina a la población.

En 2014, según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Alimentación, “se comercializaron 9.147.000 kg de productos cárnicos que fueron distribuidos en los diferentes expendios fijos, móviles y mercales”.

Resalta que la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (Casa) “despachó 77.928 toneladas métricas a través de Mercal”.

Hasta el 2 de mayo de 2015, de acuerdo con el vicepresidente de Seguridad, Soberanía Agroalimentaria y Abastecimiento, Carlos Osorio, el Gobierno “ha realizado más de 400 operativos especiales de distribución de carne (…)” para enfrentar la escasez y los altos precios.

Así, según él, “durante estos 15 años pasó el pueblo venezolano de consumir 11 kilos de carne per cápita a 26 kilos de carne”, es decir, un incremento cercano a 240%, a pesar de los ataques al Sistema Integral de Control Alimentario (Sica) que “llegaron en algunas áreas del sistema a presentar desbalance en la aprobación de las guías” y que se están investigando.

Insumos

Algunos productores denuncian “el abuso en los precios de los insumos vendidos por proveedores privados” que, según José Agustín Campos, se han incrementado entre 30 y 50% “en menos de tres meses, aun cuando éstos son adquiridos a dólar preferencial”. Citado por ÚN, detalló que “la razón por la cual el kilo de carne oscila entre 700 y mil bolívares es la especulación de laboratorios y distribuidoras agrícolas que inflan los precios de los insumos”. Según él, 70% de la demanda de insumos “es surtida por al menos 600 distribuidoras del sector privado”.

Por ello, el presidente de Confagan insiste en la propuesta de conformar “una cesta de insumos agropecuarios” y una asociación estratégica con la red estatal Agropatria, de modo que los productores tengan acceso a los insumos a precio justo con 70% de ahorro, para lo cual también planteó acuerdos con otras empresas estatales.

Oswaldo Carnevalli, de Fegaven, precisó que Agropatria abastece 70% de los insumos; por ello, pidió “se establezcan mecanismos de priorización de divisas” con el objeto de atender la falta de insumos necesarios como las medicinas veterinarias.

En este sentido, el Estado también desarrolla estrategias para paliar el efecto de la especulación y el alza de precios de los insumos. Así, a través del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) se inició el Primer Ciclo Social Plan Ganadero 2015, donde “se vacunarán 15 millones 700 mil animales entre vacunos y búfalos contra la fiebre aftosa, rabia y brucelosis”, refiere la página Insai.gob.ve. Este plan fue reconocido recientemente por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

El contrabando desvía la producción a Colombia

El desvío ilegal de carne bovina hacia Colombia es uno de los factores que afectan el abastecimiento en nuestro país.

Aunque es impreciso hablar de una cifra global del contrabando de carne bovina hacia el vecino país, las informaciones sobre la incautación del producto venezolano por la Guardia Nacional venezolana y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) de Colombia, permite proyectar que -como sucede con otros rubros- entre 30 y 40% del producto se desviaría hacia Colombia.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades en ambas naciones y las incautaciones realizadas, muchos comerciantes de la frontera han abandonado sus actividades, incluso cerrando sus carnicerías mientras conservan el código Sica a través del cual reciben asignaciones de carne que llevan ilegalmente a Cúcuta; donde les resulta más rentable, ya que se cotiza sobre 5.500 $/kg (950 Bs/kg) en las carnicerías, y en pie a más de 3.000 $/kg (450 Bs/kg), cuando en Venezuela se regula a menos 220 Bs/kg.

En este sentido, según Leonel Rodríguez, director de la Polfa en el Norte de Santander, referido por El Tiempo, el registro de sacrificio de reses es de 40 por día, “cuando diariamente se consumen en Cúcuta casi 400, que provienen de sitios ilegales”, especialmente de Venezuela.

La Polfa, según el mismo diario, informó que incluso “ahora no están ingresando los productos únicamente en vehículos sino en motos que traen hasta 30 Kg de carne, lo que permite la evasión de los controles de las autoridades” representando incluso una amenaza a la salubridad pública por las precarias condiciones conque se transporta a través de “los caminos verdes”.

Alfonso Márquez, alcalde de Machiques (Zul), resaltó que “uno de los problemas viene dado en el precio que se encuentra por debajo del establecido en Colombia. Las fincas cercanas a la frontera buscan venderles a ellos (Colombia) porque así le sacan más provecho económico”.

Diálogo y soluciones

Aunque persisten dificultades en el mercado cárnico y la nueva providencia resulta insuficiente según los productores que -como Fedenaga- piden 182 Bs/Kg por ganado en pie, han habido reuniones que apuntan a la búsqueda de soluciones.

El pasado 13 de abril se realizó el más reciente encuentro entre representantes del Gobierno nacional y el sector cárnico. Aunque se planteó la necesidad de revisar los costos, no surgieron propuestas de consenso.

El ministro Berroterán informó que se encuentra en permanente reunión con los actores del circuito cárnico “para hacerles llegar los insumos para poder derrotar la especulación en insumos agrícolas, los cuales estamos trayendo a 6,30 bolívares por dólar”, dijo.

Igualmente señaló que “vamos a tratar de establecer una relación directa entre el productor y las salas de beneficio” a fin de eliminar los intermediarios, “que se quedan con una ganancia excesiva”.

El vicepresidente para la Seguridad, Soberanía Agroalimentaria y Abastecimiento, Carlos Osorio, informó en abril que “hemos llamado en reiteradas oportunidades al diálogo con los ganaderos y productores; sin embargo, su visión es ver al ganado como una bola de dinero y pretenden venderlo a precio especulativo, y eso no lo vamos a permitir”.

Precisó Osorio que “se está estudiando subsidiar a los productores”, propuesta con la que coincide José Agustín Campos de Fegaven, pero que es rechazada por Otto Gómez de Convecar, ya que es “inaplicable (…) por lo atomizado que es el aparato productivo nacional”.

Adicionalmente, en algunos estados como Zulia y Mérida se han adelantado conversaciones entre los gobiernos regionales y representantes locales del circuito cárnico.

Precio justo

Para Campos, el reajuste de precios es positivo y aceptable, pero advirtió que resultaría insuficiente si no se enfrenta la especulación en los insumos, aunque reconoció los esfuerzos del gobierno.

En este sentido, el también ministro para la Alimentación, Carlos Osorio, resaltó la labor que se hace para “que no se oferte a un precio que el pueblo no puede pagar. Si hay que decomisar todas las reses para proteger al pueblo, lo haremos, pero nuestro objetivo principal es proteger y garantizar la seguridad alimentaria a todos los venezolanos”, aseveró.

Últimas Noticias