Las carreras de la diferencia se produjeron en el décimo episodio y con el marcador igualado a dos, luego que Jean Carlos Toledo regalara boletos consecutivos a Edgardo Baez y Javier Valentín, respectivamente, con las bases llenas. En ese último tramo, el piloto Julio Franco utilizó a un total de cuatro lanzadores, pero esto no pudo evitar que Puerto Rico, sin conectar un solo imparable, les arrebatara el lauro de las manos.
Por tercer compromiso al hilo, los bates venezolanos dejaron a ocho jugadores en las bases y pudieron conectar un solo imparable en ocho ocasiones cuando tuvieron hombres en posición anotadora. Alexi Amarista, en el segundo tramo y Luis Ramírez en el décimo, incurrieron en pecados que se tradujeron en anotaciones borícuas y que colocan las posibilidades de la tribu a nivel de milagro.
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