Desde enero, las protestas no han cesado en Guayana. Los reclamos por mejores beneficios laborales y destitución de las actuales gerencias, han estado sazonados con enfrentamientos y amenazas, sobre todo el mes pasado, con la presencia de grupos armados que buscan imponerse a la fuerza en las distintas empresas.
Para la ex diputada Pastora Medina es lamentable la situación que enfrentan los trabajadores. No duda en señalar que han sido víctimas de toda la política agresiva del Gobierno, en vista de que han perdido espacios en Guayana.
«Ellos no controlan la mayoría de los sindicatos, entonces, han utilizado a grupos armados para controlar a los movimientos sindicales. Están tratando de generar violencia para que ningún proceso avance», dijo.
Considera que lo grave de estos acontecimientos es que se crea un antecedente negativo, que genera angustia y temor.
Oídos sordos
Según Medina, desde 2009, el Gobierno ha estado en conocimiento de la presencia de grupos armados dentro de las empresas básicas, cuando el secretario general de Sutralúmina, José Luis Morocoima, lo expuso ante el Ministerio Público y la Asamblea Nacional por las amenazas que había recibido en ese momento por parte de Muralla Roja. Sin embargo, hasta la fecha se ha hecho caso omiso.
«Él denunció ante la Comisión de Desarrollo Social, la Comisión de Política Interior, ante la Fiscalía, la actuación de grupos armados del sindicato de construcción dentro de Bauxilum, en ese caso no hubo respuesta», agregó.
Sin ir muy lejos, la semana pasada se aprobó la conformación de una comisión especial de la Asamblea Nacional, presidida por el diputado Oswaldo Vera, para investigar la situación en las empresas básicas y hasta la fecha no se han presentado.
Pese a ello, la ex parlamentaria cree que la fuerza de los movimientos tiene que imponerse, para acabar con la violencia y superar los problemas que afectan a los trabajadores.