Triste por la eliminación de su selección en los octavos de final del Mundial de Sudáfrica, Cristiano no quiso hablar con nadie al final del partido. Abandonó el estadio sin realizar declaraciones en la zona mixta a los medios de comunicación y disculpándose con sus compatriotas portugueses.
Antes no saludó en los vestuarios a sus rivales, entre ellos varios compañeros del Real Madrid que se marcharon sorprendidos por su actitud. Quien sí pasó a felicitar a los españoles fue Pepe, que intercambió su camiseta del partido con su amigo Sergio Ramos.
EFE