El descenso también benefició a la población inmigrante, uno de los sectores más castigados durante estos años. Dentro de ese sector, el desempleo se situó en el 29,35%, con un 1.078.000 extranjeros todavía sin trabajo, según reveló en su informe el Instituto Nacional de Estadística.
En total, el número de desocupados se redujo en 70.800 personas entre julio y septiembre, gracias fundamentalmente a la incipiente recuperación económica y el periodo estival, que suele favorecer la contratación en temporada turística.
La tasa descendió del 20,1% en el segundo trimestre a casi el 19,8% actual, lo que supone que todavía más de 4,5 millones de personas siguen desempleadas en el país ibérico.
Es la primera vez desde el 2007 que la tasa trimestral del desempleo cae en España. Sin embargo, hay 450.000 desempleados más en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando la cifra estaba en el 17,9%.
El desmpleo cayó en casi todos los sectores, incluido los servicios y la construcción.
El colapso inmobiliario, unido a la crisis económica internacional, sumió a España en una profunda recesión durante casi dos años que elevó el desempleo por encima del 20%.
El país ibérico ha registrado un leve crecimiento económico en los últimos meses que le ha permitido abandonar la recesión.
A pesar de este descenso, organismos como el Banco de España pronostican que la desocupación volverá a subir en los próximos meses y advierten que el mercado laboral no se recuperará plenamente hasta que el crecimiento de la economía sea más sólido.