El orificio de salida del ducto se encontraba justamente debajo de la cerca de bloque que rodea al penal, en sentido hacia la calle, concretamente al sector oeste.
Extraoficialmente se supo que los reos comenzaron a hacer este boquete el sábado, día que se inició la visita de familiares que pernoctaron hasta la tarde del domingo.
Para ello abrieron una primera zanja debajo de una cerca perimetral y la atravesaron, luego recorrieron unos seis metros ocultándose de los gariteros entre la vegetación y llegaron hasta la cerca de bloque donde excavaron el túnel descubierto ayer.
El hueco tenía una dimensión aproximada de cincuenta centímetros de ancho por cincuenta centímetros de largo, el cual terminó de ser expandido por efectivos de la Guardia Nacional para posteriormente sellarlo con metro y medio cúbico de cemento premezclado que le vació un hormigón, adscrito al Fondo Nacional de Edificaciones Penitenciarias (Fonep).
De acuerdo a la información obtenida, funcionarios sospechaban de una fuga masiva en Uribana y se lo participaron a sus superiores, quienes a su vez habrían ordenado la limpieza de la maleza de los laterales para precisamente detectar alguna irregularidad, como la descubierta la tarde de este martes.
Se conoció que será aumentado el lanzamiento de agua a presión contra el suelo de esta cárcel, ya que esta técnica permite detectar la presencia de orificios en la tierra.
Cabe destacar que este es el segundo hueco hallado en este internado en lo que va de año, ya que el martes 12 de julio fue encontrado un túnel de aproximadamente cincuenta metros de largo, metro y medio de profundidad y setenta centímetros de ancho, el cual fue iniciado en el patio del área de máxima seguridad, donde permanecen los reos de mayor peligrosidad.
En ese entonces, la excavación llegó justamente hasta la base de la garita número 6 y a unos cien metros de la garita 7, es decir, a muy poca distancia de la calle, por la zona noreste, pero antes traspasó por el subsuelo la primera cerca perimetral de seguridad, contigua al espacio de máxima.
Este túnel lo descubrió un efectivo de la Guardia Nacional, destacado en la garita 6, luego de una fuerte precipitación en la zona.
Al funcionario le pareció muy extraño cuando observó desde lo alto el agua de la lluvia, escurriéndose a través de lo que parecía un hueco, concretamente debajo de donde prestaba el servicio de centinela.
El agua de lluvia, que anteriormente corría en varios sentidos y ese día se arremolinaba como si cayera en un embudo, llamó la atención del castrense quien de inmediato imaginó se trataba de un conducto y participó el caso a sus superiores.
Este hueco también fue sellado con cuatro metros cúbicos de concreto.