Una temporada de lluvia con bajos índices pluviométricos y la posterior sequía hicieron que un embalse como el Lagartijo, que proporciona 25% de agua que consume la capital, estuviera más de un año con menos de diez por ciento de su capacidad. Por su lado Camatagua, el embalse más importante para Caracas (aporta 58% del líquido que se consume), estuvo a finales de mayo en la tercera parte de su nivel óptimo.
Ya la crisis parece haber sido superada, pues aunque estos dos embalses aún no alcanzan su nivel óptimo, lucen bastante recuperados: Camatagua tiene casi el doble de agua que tenía hace apenas tres meses, mientras que Lagartijo llegó a unos niveles que no tenía desde hace casi tres años. El de Taguaza fue el que menos vio caer sus cotas con la sequía, y en este momento está incluso por encima de su nivel óptimo.
El presidente de Hidrocapital, Alejandro Hitcher, explicó que lo que motivó el racionamiento fue sobre todo la sequía de el Lagartijo, y que este aún no ha cumplido su ciclo de llenado. La buena noticia es que Lagartijo tiene hoy 38 millones de litros cúbicos, y Hitcher espera que a finales de noviembre alcance su nivel óptimo (52 millones) y se pueda entonces levantar la medida.
Expres´o también que Caracas tiene uno de los acueductos más complicados del mundo por la altura en que se encuentra la ciudad y sus grandes desniveles topográficos, lo que dificulta la distribución. Además, el plan de racionamiento hace que se creen golpes de aire y se generen rupturas.
Suavizar racionamiento
Norberto Bausson, quien dirige el Instituto Municipal de Aguas de Sucre, cree que con los niveles en que se encuentran los embalses que surten a la capital, el racionamiento debería al menos suavizarse: «Hay zonas en Petare norte que tienen ciclos de 18 y 20 días, eso no debería estar pasando».
Piensa que no es algo que tiene que ver solo con los niveles en los embalses, sino que teme que existan problemas de distribución y tratamiento. Pone el ejemplo de la planta de La Guairita, que trata la tercera parte del agua de Caracas, y que hoy procesa 5.500 litros por segundo cuando antes procesaba 7.200: «Supongo que hay un problema, pero no se ofrecen explicaciones». (El Universal intentó, sin éxito, conocer la versión de Hidrocapital).
En cuanto a las declaraciones de Chávez, quien afirmó que en el municipio Sucre se da agua a los ricos y se le niega a los pobre, Bausson dijo que las mismas ni siquiera tienen sentido, pues el agua de la parroquia Leoncio Martínez (donde está la clase media del municipio, «a los que Chávez llama ricos») la administra Hidrocapital y no el IMAS: «S´olo podemos administrar el agua en zonas populares, y allí hemos hecho 48 obras hidráulicas. Quien quiera puede ir a la planta La Pereza o la de Terrazas, a las estaciones de bombeo El Carmen I y II, Bolívar (en La Parrilla), La Fénix (en La Dolorita), La Pereza, Guaicaipuro, o a los pozos en La Vega o Luis Sojo, o al acueducto de La Encantada, que estaba inservible desde 1999».