También llegó carne deshuesada: 27.732.847 kilos de Colombia; 27.672.000 kilos de Argentina, 9.335.043 de Uruguay y 87.500 de Chile.
Estos datos de la Gaceta Ganadera, contrastan con las cifras de hace 11 años, cuando cada venezolano consumió 17,6 kilos del producto al año y 99,1% de la demanda se cubrió con producción nacional.
Además, la poca disponibilidad del producto el año pasado -565.435 toneladas-, aunado a un crecimiento de la población (28.687.735 de habitantes) provocó una caída en el consumo per cápita: de 23,6% en 2008 se pasó el año pasado a 19,7%.
Jorge Ordónez, miembro del Consejo Venezolano de la Carne, aseguró que las importaciones son indispensables para abastecer el mercado, siempre y cuando el Gobierno lo haga a tiempo y acuerde precios que beneficien a toda la cadena de producción.
“El inicio de la temporada de lluvias produce escasez de ganado. En esas condiciones baja la matanza porque aumenta la disponibilidad de pasto y se prefiere cebar a los animales para venderlos gordos y obtener mayor ganancia. Y si hay escasez la única manera de resolver el problema es mediante la importación”, puntualizó.
Ordóñez advirtió que Colombia fue el principal suplidor de carne de Venezuela durante varios años. Sin embargo, entre 2000 y 2003 el Gobierno del país neogranadino limitó las exportaciones del ganado en pie para proteger el mercado colombiano, lo que provocó una mayor presión sobre la producción venezolana.
Siguen las inspecciones. Funcionarios del Ministerio de Comercio continúan revisando la cadena de producción y distribución de los productos cárnicos, después de haber reconocido que no saben en cuál de los eslabones está la supuesta especulación.
Carlos Osorio, superintendente de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícolas, junto con funcionarios del Indepabis, inspeccionó cuatro distribuidoras de carne en el sector Hoyo de la Puerta, en el estado Miranda: Distribuidora Ganadera Punto Este, Inversiones Ro Chama, Agropecuaria Roswell y Procesadora de Carne Los Andes.
El Nacional