El mercado chino es más crucial para los constructores internacionales desde que sus ventas renquean en Europa. El año pasado, más de 19 millones de vehículos nuevos fueron matriculados en China, entre ellos 15,5 millones de coches y minibuses.
“China es ahora por mucho el primer mercado mundial y una fuerza moriz del crecimiento de la industria” automóvil, declaró el sábado el vicepresidente de General Motors, Tim Lee, en el día de la prensa en el Salón. Según GM, el mercado chino podría alcanzar en diez años de 30 a 35 millones de unidades.
El crecimiento más fuerte ya no vendrá de las megalópolis costeras sino de las ciudades grandes y medias del interior, donde el índice de equipamiento sigue siendo bajo, con menos de 40 automóviles por cada mil habitantes.
Los constructores apuestan también por los nuevos gustos de los consumidores para sostener sus ventas. El primer trimestre, el mercado de los 4X4, o SUV, aumentó un 44%, y un 17% el conjunto de los vehículos de pasajeros.
Las ventas de coches eléctricos o híbridos, presentes en numerosos puestos del salón, siguen siendo en cambio insignificantes, con una parte de mercado inferior al 0,1% el primer trimestre de 2013.
Por el momento, las subvenciones que el Gobierno ha desbloqueado a favor de los vehículos limpios para descontaminar las ciudades chinas, asfixiadas regularmente por el smog, siguen siendo insuficientes para compensar el alto coste de estas nuevas tecnologías.
El constructor BYD, cuyo nombre “Build Your Dreams” (Construye tus sueños) evoca el “sueño chino” de prosperidad que quiere realizar el flamante presidente chino, Xi Jinping, es el especialista chino del coche eléctrico. Pero en el Salón de Shanghai, BYD coloca en el centro de su stand de exposición un SUV y relegó su último modelo eléctrico a un lugar mucho menos visible.
En total, unos 1.300 modelos están expuestos en 280.000 metros cuadrados por firmas de 20 países. Solo el grupo SAIC de Shanghai alinea más de 110 vehículos, contando los coproducidos con sus asociados GM y Volkswagen.