“La relación económica que se expresa en este contrato debe ser el marco para mantener cada vez mejores relaciones políticas entre ambas naciones”, manifestó el embajador de Venezuela ante el Reino de España Bernardo Álvarez, durante la entrega del sexto buque (el patrullero Yekuana) en diciembre de 2011.
Asimismo, el diplomático explicó que este acuerdo evidencia que entre los dos países hay oportunidades reales de cooperación, basadas en la producción de bienes que impactan positivamente en la relación comercial.
En diciembre de 2011, el presidente Hugo Chávez dijo que el convenio también buscaba ayudar a España, refiriéndose a la crisis económica que aún afecta a este país, y recordó que el último buque debe ser fabricado en Venezuela, como se estipuló.
“Esto tiene que ser entendido como la apertura de una nueva frontera de posibilidades para la cooperación entre ambos países en materia de la industria naval”, agregó Álvarez.
El contrato firmado entre Venezuela y España, por más de 1,3 billones de euros, significó la revitalización de los puertos de Cádiz, demandando 5 millones de horas de trabajo (1.456.900 para Navantia y 3.580.700 para la industria auxiliar).
En abril de 2006, mediante resolución del Ministerio de la Defensa venezolano, se constituyó la misión naval venezolana en España para la inspección y supervisión de los trabajos de construcción de los ocho barcos.