El 11 de marzo de 2000 fueron sacadas del corregimiento de Mampuján, en María La Baja (Bolívar), cerca de 1.000 personas, y 11 fueron asesinadas a sangre fría en lo que se conoce como «la masacre de las Brisas».
Estos son los primeros casos en llegar a esta etapa final del proceso, a la que sólo le siguen las sentencias.
De acuerdo con el portal de diario El Tiempo de Bogotá, el siguiente en ser condenado según la Fiscalía es, Edwar Cobos Téllez, alias “Diego Vecino”, comandante del bloque Montes de María, que aparece como uno de los responsables de estos hechos.
También deberá comparecer, Úber Enrique Banquez, “Juancho Dique”, del frente Canal del Dique, en la audiencia que duraría más de dos semanas.
Uno de los desplazados aseguró ante la Comisión Nacional de Reparación que unos 150 paramilitares bajo el mando del desaparecido jefe “para Rodrigo Mercado”, alias “Cadena”, llegaron en camiones al caer la tarde a Mampuján y reunieron a niños, mujeres y hombres en la cancha de fútbol.
«Un hombre alto con pasa montañas hacía señas con la cabeza diciendo que no. Nos hacía pasar uno por uno, con cédula en mano, pero de Mampuján no consiguieron a nadie».
Explicó el desplazado que: “Luego de saquear el pueblo y amenazar a la población de que iba a sucederles lo mismo que en El Salado ”paras” secuestraron a 7 personas para ir en busca de un campamento del ELN. Allí, meses antes habían estado secuestrado Vecino”.
Aunque la Fiscalía descarta que la incursión fue causada por una venganza, es claro que el ataque comenzó a planearse después del secuestro para tomar control de la zona, reseñó el rotativo.
Según comentó Yolanda Gómez, fiscal de Justicia y Paz de Barranquilla: «A «Vecino» lo pasaron por Mampuján y lo llevaron a un campamento guerrillero junto con su escolta, Adolfo Ramón Barreto. Él era un infante de marina activo que fue asesinado y enterrado en ese lugar».
La fosa con los restos del escolta fue hallada y se pudo establecer que era hermano de Luis Fernando Barreto, alias «Barretico», ex miembro AUC preso en Barranquilla.
Al no encontrar a nadie en el campamento “Cadena” ordenó sacar a la gente de las casas, dispersas en esa zona, por ser supuestos colaboradores de la guerrilla. «Los reunió en una planicie y «Cadena» ordenó matarlos», dijo la Fiscalía.
Tres miembros de la familia Posso García, el padre y sus dos hijos, fueron asesinados con armas blancas a plena luz del día. La misma suerte corrieron otros 8 campesinos.
kg / Reporte360