“Si hiciéramos una medición clara encontraríamos que (los empresarios) sí hemos reducido” el consumo de una semana con respecto a la precedente, pero “la trampa” está en compararlo al consumo del año pasado y también “en un dedo que busca en un listado y va decidiendo: a este lo cierro, a este no, sin responder a ningún criterio técnico”, dijo el presidente de la patronal, Noel Álvarez.
Al decretar la emergencia eléctrica nacional el pasado 8 de febrero, Chávez anunció que las empresas y los domicilios que no reduzcan su consumo en al menos un 20 por ciento serían multadas económicamente y también con progresivos cortes del servicio.
La gubernamental Corporación Eléctrica Nacional publicó ayer una lista de casi un centenar de empresas, entre ellas restaurantes y moteles, a las que sancionó con un corte eléctrico de 24 horas como primer castigo, aunque no informó luego si ejecutó tal suspensión.
Según Chávez, la grave crisis energética que atraviesa su país es consecuencia de una sequía provocada por el fenómeno climatológico de El Niño, a lo que sus opositores suman una supuesta falta gubernamental en inversiones oportunas en el sector.
“No sabemos cómo se llevan las mediciones, pero se trata de un método injusto. Nosotros no debemos pagar las consecuencias que ha generado el Gobierno con su incapacidad y con su imprevisión, por no haber efectuado las inversiones necesarias”, añadió el titular de la patronal Fedecámaras en declaraciones a la emisora Unión Radio.
El vicepresidente del Ejecutivo, Elías Jaua, dijo el sábado pasado que la mayoría de industrias y comercios disminuyó su consumo, aunque no en el porcentaje necesario, y anunció que el Gobierno estudia “dar facilidades” a esos sectores para que compren sus propias plantas generadoras de electricidad.
La campaña en favor de una reducción del consumo, que también incluye premios, se justifica, según las autoridades, en que Venezuela es el país de mayor consumo per cápita de electricidad en Suramérica, lo que sugiere un despilfarro generalizado de energía.
Chávez aseguró el pasado 2 de marzo que la media de consumo eléctrico de 2.000 kilovatios-hora-habitante de América Latina es ampliamente superado en Venezuela con 4.126.
También alertó ese día de un supuesto plan opositor para sabotear sus planes de reducción de consumo a través de “terrorismo”, ya sea mediante la ruptura de equipos o con campañas de rumores.
Según dijo el mandatario entonces, Venezuela tiene una oposición que no por “escuálida” (disminuida) ha perdido capacidad de aprovechar diversas crisis para tratar de agudizarlas y, así, pretender sacar partido del malestar popular que generan, con el fin último de buscar “que caiga Chávez”.
El gobernante pidió ese día “activar la inteligencia civil, popular, policial y militar para agarrar a los responsables” de los sabotajes, que dijo se expresan principalmente en la destrucción de cables en diferentes regiones.
En el supuesto plan de sabotaje opositor también ha incluido un “terrorismo mediático” con permanentes entrevistas a analistas que generan “malestar y angustia” y que aseguran, por ejemplo, que la hidroeléctrica del Guri (este), que satisface el 70 por ciento del consumo nacional, deberá parar sus turbinas “en los próximos días”.
De mantenerse el descenso diario de unos 13 centímetros del nivel de agua del Guri, a mediados de junio próximo habrá alcanzado los 240 metros sobre el nivel del mar que señala “el nivel crítico” para el primero de dos conjuntos de turbinas, detalló el gobernante.
El Nacional