«La única forma real de evitar una catástrofe climática global sería eliminar las armas nucleares», añadió el ex presidente cubano, de 84 años, al desestimar el pacto, mediante el cual Washington y Moscú se comprometieron a reducir el número de ojivas nucleares a 1.550 cada uno.
Castro recordó que «más de 20.000 armas nucleares están en manos de ocho países: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, Israel, India y Pakistán; varios de ellos con profundas diferencias económicas, políticas y religiosas».
El nuevo tratado START surgió tras la expiración a fines de 2009 del acuerdo original, de 1991, y representa un recorte de 30% respecto al límite establecido por el tratado de Moscú, alcanzado en 2002.
Castro, recuperado de la grave enfermedad que lo llevó a ceder el mando a su hermano Raúl Castro en 2006, mantiene una intensa actividad de encuentros y entrevistas para alertar de la amenaza de una guerra nuclear si Estados Unidos e Israel atacan a Irán.
En su artículo reseña una conferencia a la que asistió la semana pasada con un científico norteamericano sobre la catástrofe ambiental que provocaría una guerra nuclear, y su encuentro del martes con pacifistas del ‘Peace Boat’, de Japón.