El Consejo Constitucional de Francia, la máxima autoridad judicial del país, vetó la enmienda al proyecto de ley que prohibía dar palizas a los niños, incluido en el seno familiar. Esa enmienda parlamentaria, que proscribía simbólicamente los azotes y las bofetadas, había sido votada el año pasado con el acuerdo tácito del Gobierno, pero según recogen los medios, el Consejo Constitucional consideró que no tenía relación con el objetivo principal de la ley de Igualdad y Ciudadanía.
Inscrita en el Código Civil, la disposición no implicaba de ninguna multa, pero tenía una vocación «pedagógica», según sus autores, diversos diputados socialistas, de izquierdas y ecologistas. El texto precisaba que los padres debían abstenerse «de todo trato cruel, degradante o humillante, incluido todo recurso a la violencia física». El Consejo Constitucional, órgano que vela por el respeto de la Carta Magna, lo ha vetado tras haber sido interpelado por 60 senadores de la oposición.
La ministra de la Familia, Laurence Rossignol, expresó su decepción, en concreto por el hecho de que esos senadores decidieran acudir ante el Consejo. «En cierto modo, han reivindicado el derecho de pegar a los niños», dijo en la cadena «LCI», donde subrayó que «una educación sin violencia es indispensable para luchar contra el maltrato» y acotó que los impulsores del veto «no tienen nada de lo que sentirse orgullosos».