El movimiento telúrico del viernes no causó daños ni víctimas, pero generó temor entre la población a pocos días de que se cumpla un año del terremoto y maremoto del 27 de febrero que arrasó el centro y sur del país y que causó más de 500 víctimas.
A pesar de que no se generó una alerta de tsunami, los habitantes de las zonas costeras evacuaron a zonas de seguridad por prevención, actuación que felicitó el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
«Son sismos de mediana intensidad, perceptibles por la población y generan niveles de alerta, pero son sismos que no son capaces de generar daños estructurales», señaló este sábado Marín.
Los especialistas consideran que la serie de temblores registrados desde el viernes son réplicas tardías del terremoto de 8,8 grados Richter del año pasado.