La huelga general cuenta con la adhesión de casi un centenar de organizaciones sociales, estudiantiles, gremiales y defensoras de los derechos humanos, reseñó Prensa Latina.
Durante la huelga general se exigirá la utilización de los plebiscitos como método de expresión de la voluntad popular, la renacionalización del cobre, una reforma nacional tributaria y una nueva Constitución que reemplace a la impuesta por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
La protesta se realizará en medio de las fuertes movilizaciones de estudiantes, que desde hace tres meses reclaman por una educación libre y gratuita, y en momentos en que el presidente Piñera tiene los niveles de apoyo más bajo desde que comenzó su gestión el 11 de marzo del año pasado.
Una fuerte polémica surgió, en días recientes, en torno a la huelga porque tiene el apoyo de un amplio abanico de partidos políticos, incluidas cuatro agrupación que forman parte de la Concertación: el Partido Socialista (PS), Por la Democracia (PPD), Radical Social Demócrata (RSD) y Democracia Cristiana (DC).
Debido a la adhesión de la DC a la protesta, el titular del Partido Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, manifestó no entender «qué tiene que hacer la Democracia Cristiana en un movimiento tan claramente de izquierda y subversivo».
El también senador chileno no descartó la eventual invocación de la Ley de Seguridad Interior del Estado contra los manifestantes, en una abierto llamado a la represión.
En un creciente clima de protesta social, en Chile continúan en diferentes ciudades las tomas de colegios, apoyadas por la Coordinadora de Padres y Apoderados.
A esto se suma la huelga de hambre que desde hace más de un mes protagonizan 45 jóvenes, tres de ellos con un preocupante estado de salud.