El fallo es también una “vergüenza”, afirmó el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, en un comunicado difundido por su despacho tras conocerse la postura de la autoridad europea de derechos humanos ante el caso de Klein, cuya extradición a Colombia había sido concedida de manera previa por Rusia.
Klein fue detenido el 28 de agosto de 2007 en el aeropuerto moscovita de Domedévodo por solicitud del Ejecutivo colombiano, que busca que este oficial retirado del ejército israelí purgue una condena a diez años y ocho meses de prisión que le fue impuesta hace una década por un juez de Manizales (oeste).
El mercenario compareció como reo ausente, lo mismo que sus compatriotas Melnik Ferry y Tzedaka Abraham, en un proceso por instrucción y entrenamiento de grupos terroristas y concierto para delinquir.
Los cargos se derivaron de hechos que se remontan a los años ochenta, cuando el coronel Klein y sus conciudadanos viajaron a Colombia contratados por jefes del narcotráfico para que les ofrecieran a sus bandas armadas adiestramientos militares, lo que se considera germen de los grupos paramilitares del país.
“Una página negra para los derechos humanos en el mundo”
“La decisión del Tribunal Europeo (…) es una página negra para los derechos humanos en el mundo, favorece la impunidad de los crímenes cometidos por el señor Klein y sus alumnos paramilitares en Colombia, negando la verdad y la justicia para sus víctimas”, expresó el vicepresidente Santos.
Además, “es un fallo que avergüenza a la humanidad, a las víctimas y a la causa de los derechos humanos”, continuó el alto cargo, y recordó que los crímenes de los “alumnos del señor Klein” están comprobados, lo mismo que la participación del israelí como instructor, cuyo juicio “contó con todas las garantías procesales”.
Santos rechazó por falso el argumento de Klein de que en Colombia “podría ser torturado o sus derechos humanos vulnerados”, lo que fue acogido por el Tribunal Europeo con sede en Estrasburgo, que además consideró ilegítima la orden previa de Rusia de entregarlo a este país andino.
En la nota, el vicepresidente expresó que “es una vergüenza” que Klein alegue que sus derechos serían violados en Colombia, cuando ni él ni las personas que instruyó respetaron los de sus cientos de víctimas, entre ellas candidatos presidenciales, defensores, funcionarios judiciales y periodistas.
“El Estado colombiano (…) expresa su preocupación por este tipo de decisiones que manifiestan un doble rasero sobre los violadores de derechos humanos: mientras se exige a Colombia que no haya impunidad se facilita la impunidad de un criminal confeso de guerra”, enfatizó Santos.
Con información de EFE