Lo anunció el Fondo Monetario Internacional (FMI) a comienzos del año, y lo corroboró la Asamblea Nacional del país suramericano: la inflación venezolana cerró con 7 cifras en 2018 (entre 1.4 y 2.5 millones). Además, la mayoría de economistas previeron la caída del Producto Interno Bruto (PIB) este año, que terminó acumulándose en más del 44 % entre 2013 y 2018.
Aunque la cifra exacta de la inflación de Venezuela en 2018 terminó siendo un misterio desde la óptica oficial, pues, el Banco Central (BCV) no muestra las estadísticas desde hace algunos años; la comunidad internacional y las principales agencias crediticias la calculan en más de 2 millones porcentuales. Una cifra récord de un país exportador de petróleo.
El FMI fue más allá y determinó que la suma al término de este año es de 2.5 millones, y estableció un techo de 10 millones para 2019 si las políticas gubernamentales no frenan la desaceleración de la productividad industrial, y el gasto fiscal se incrementa sin mecanismos eficientes de control. Mientras que vaticinaron una contracción económica total de 5 %.
La Asamblea Nacional de Venezuela, desde su Comisión de Financias, mensualmente produjo un informe con los datos vetados desde la esfera ejecutiva central; de estas estadísticas resalta el hecho que los venezolanos padecieron de una inflación “inter-diaria” de 3 y 4 %.
Los planes económicos implementados como: la reconversión monetaria, la creación de una “supuesta” criptomoneda (Petro), y la llamada “flexibilización” del control cambiario parecen no haber surtido ningún efecto positivo directo, sino funcionamientos de momentos, como el incremento del dinero en efectivo entre los ciudadanos y, un poco más de acceso a bienes y servicios entre los meses de reajuste monetario después de lanzar el Bolívar Soberano.
La calle fue el termómetro financiero, y en Airtm lo sabemos
La economía de un país se mide por el pulso, o termómetro que dicta la calle: los ciudadanos. En Venezuela, éstos deben acostumbrarse a cosas inusuales en otros países con economías más estabilizadas, como por ejemplo: poder comprar más barato si se hace en efectivo; padecer de una hiperinflación de precios en horas; y manejar un intercambio comercial dolarizado con reglas establecidas por fuentes o mecanismos no oficiales, por ser más certeros que las públicos.
En Airtm manejamos cada día las expectativas del venezolano, y hemos trabajado dentro del país investigando el quehacer cotidiano, y sabemos lo preocupante de la situación financiera. En ese sentido impulsamos la campaña Airdrop Venezuela para beneficiar en los primeros meses de 2019 a 100 mil venezolanos con sus cuentas verificadas en nuestra plataforma con $10 equivalentes por criptomonedas.
Una cantidad que en términos cambiarios puede ayudar a sobrellevar el peso inflacionario y resolver casos puntuales de compra de medicinas o el pago de algún bien suntuario.
Los datos económicos más resaltantes de Venezuela en 2018
- Hiperinflación continuada hasta de 2.5 millones %
- Caída prolongada del PIB en más del 40 %
- Reducción de la producción petrolera. Apenas 1.13 millones de barriles diarios. En noviembre de 2018 la caída fue de 52 mil barriles.
- Pérdida de 17 millardos de dólares por la caída de la producción petrolera.
- Canasta Básica familiar se ubicó al cierre del año en 183.715,22 Bolívares Soberanos (Bs.S); representando un mínimo de 40 salarios mínimos (diciembre 2018: 4.500 Bs.S).
- Sólo en el tercer trimestre de 2018 el índice de actividad Económica de Venezuela cayó en 29,8 %
- El sector industrial en noviembre de 2018 registró una paralización de casi el 80 % de su capacidad; y más del 60 % de las actividades comerciales están frenadas.
Las previsiones para 2019 no son hasta el momento alentadoras; pero un país con las mayores reservas de hidrocarburos en el mundo, sumando su posición geográfica envidiable en muchos sentidos, los problemas económicos pueden tener fecha de vencimiento, aunque el camino sea un poco largo.
fuente.airtm