BCV precisa una inflación (indicador del costo de vida de alimentos, bienes y servicios) a agosto de 2,2 por ciento. Sólo en comidas y bebidas no alcohólicas puntea en 3,8 por ciento más que julio. Más de un punto de la registrada en el mes.
Hiram Gaviria, diputado de la Asamblea Nacional y exministro de Agricultura y Tierras, explica la inconsistencia del Gobierno en asegurar que la falla en alimentos es por la especulación; y las instituciones revelan que hay inflación y escasez comprobada. Escenario donde el pueblo paga las consecuencias.
Y es que la clase social E, D y F, en la que sitúan los hogares más pobres, la mayoría en 79 por ciento destina 50 por ciento de sus ingresos a abastecerse de comida. “Los de escasos ingresos tienen más gastos”.
Los sectores de la sociedad A y B reportan 15 por ciento para la compra de alimentos, el resto de sus ingresos se usa en vestidos, calzados, transporte y recreación. Estos estratos sociales tienen recursos superiores a la remuneración básica oficial.
El impacto por precios altos en familias pobres se presenta desde 2001. Gaviria precisa que solo en 2009, según los resultados del BCV, hubo un comportamiento distinto, el indicador inflacionario bajo. El ente emisor muestra indicadores sin variación o con cambios inferiores al resto de los segmentos evaluados (bienes y servicios).
Comportamiento
Para 2011, la política de control de precios inicia ajuste en los alimentos en marzo. El pan canilla aumenta 24 por ciento el kilo, de 4,45 se regula a Bs.F. 5,52. La pasta alimenticia puntea con 33 por ciento, pasa de 3,26 a 4,33.
Al mes siguiente, el Gobierno toma otra decisión en Gaceta 39.656. La lata de leche en polvo, y demás presentaciones aumentan 32 por ciento en precio. El conocido “pote” de 18 sube a Bs.F. 23,8.
La resolución incluye aceite comestible. Cerca de 36 por ciento se dispara al pasar de 5,74 a 7,8 bolívares fuertes. Los dos rubros tienen más de un año con fallas de abastecimiento en los mercados de ventas de alimentos.
Hiram Gaviria señala que hay productos reseñados por el BCV, que están en situación de “carestía”. Se ratifica la escasez en la comida. Al cierre de agosto se reporta un indicador de 18 por ciento. Alarmante al revisarse junio, que registra 13 por ciento.
Indica que los cinco puntos de incrementos afirman dificultades en producción nacional e importaciones; siendo responsable el Gobierno. La aseveración resulta recordando que las redes de ventas de alimentos oficiales son “el mayor distribuidor de productos” al tener a: Mercal, Casa, PDVAL y Bicentenarios.
Más ajustes
El Ejecutivo asegura otro aumento en los precios. La carne de res se incrementa 29 por ciento. Las familias deben pagar Bs.F. 22.74; 15,38 y 13,12 por un kilo en cortes de: primera, segunda y tercera.
La azúcar blanca entra en las medidas tomadas. El kilo de 3,73 bolívares fuertes se regula a 4,89. Le sigue el pollo. El entero pasa de Bs.F. 11,31 a 15,61, 38 por ciento de alza.
Por fuera no queda la harina de maíz y arroz blanco tradicional de mesa. El paquete de la precocida de Bs.F. 3.37 aumenta a 4,6; 20 por ciento más que 2010. El cereal blanco, preferido en el pabellón criollo, se ajusta en tres tipos, de Bs.F. 4,46; 4,15 y 3,94 a 5,62; 5,23 y 4,96, con tope de 26 por ciento.
