El submarino funciona como si fuera una bicicleta, pues tiene unas hélices gemelas que están conectadas a un pedal, el mini-sub puede alcanzar una velocidad de 8 kilómetrospor hora cuando su piloto está en buena forma y puede alcanzar los 6 metros de profundidad, pero sólo tiene capacidad para una persona a bordo.
El material de construcción del Scubster es fibra de carbón, lo que lo hace bastante liviano y capaz de transportar y utilizar los 3.5 metros de largo del submarino amarillo es toda una novedad tecnológica.
“He estado en el aire y ahora bajo el agua con un submarino”, declaró Stéphane Rousson, el hombre detrás de la invención.
El vehículo logró una hora bajo el agua en el mar Mediterráneo frente a la Costa Azul. Se controla con las manos y se impulsa con pedales. Es hermético y el usuario respira con una máscara y una botella de oxígeno.
Rousson cree que el submarino puede llegar a captar la atención del mercado emergente de gama alta de los propietarios de yates para adquirir uno aparato como el Scubster o mejor llamados como submarinos de bolsillo.
Se está pensado que participe en la carrera internacional de submarinos del próximo año.