El pasado 21 de junio una familia de California daba un paseo en un miniyate por la costa de Santa Ana. Enseguida un grupo de delfines comenzó a seguirlos. Nadaron junto a la embarcación por varios minutos.
Todo parecía un paseo perfecto hasta que uno de los delfines saltó al interior de la embarcación, posiblemente asustado por algo que miró en el agua.
El resultado fue una mujer y un delfín heridos. El mamífero cayó sobre Chrissie Frickman, madre de familia. Su esposo tuvo que quitarle de encima al animal ya que ella sufrió fractura de ambos tobillos y no podía levantarse por sí misma.
Pero al delfín le fue poco menos que bien. Por unos minutos, mientras Dirk, su esposa y sus dos hijos navegaban hacia la orilla para tratar de ayudarlo, el animalito se mantuvo en movimiento dentro de la embarcación. Estaba herido y sangraba.
Dirk le arrojaba agua para mantenerlo hidratado pero el delfín estaba muy nervioso y seguía moviéndose. El esposo héroe llamó a una patrulla del Condado de Orange para avisar del hecho.
Finalmente lograron poner a salvo al delfín y liberarlo con la ayuda de pescadores y algunos elementos de la marina.
Aunque en la foto aparece mucha sangre, el delfín logró nadar solo una vez liberado. La familia comentó que en la caída habían visto que tenía una herida en la cola y otra en la nariz.
Se trata de la primera ocasión en que se registra un hecho como éste en el mundo entero. Los delfines son conocidos por poseer una inteligencia superior al resto de los animales, así que los expertos creen que el delfín no hubiera saltado a la embarcación de no ser porque estuviera en peligro dentro del agua.
Por fortuna tanto el delfín como esta familia, jamás olvidarán lo ocurrido. Así que no habría de qué extrañarse si de pronto varios delfines comienzan a saltar a los barcos para librarse de las orcas.
