Don Luis Almagro, individuo conciente por su dilatada experiencia diplomática regional e internacional, del desmoronamiento que la dictadura socialista de Maduro, legado del “comandante eterno y supremo” ha traído a sinnnúmero de venezolanos en su calidad de vida, tras su recorrido por la frontera colombo-venezolana, en interacción con los desplazados por el hambre y la miseria castro-comunista que se ha entronizado en Venezuela, cuyos habitantes, desde los inicios de la democracia en 1941, siempre han ostentado una tendencia democrática por antonomasia, repone al gobierno venezolano “ni me cayo ni me voy hasta que la dictadura de Maduro caiga” en respuesta a la actitud zafia del gobierno a través de la vicrpresidenta Delcy Rodríguez Gómez al amenazarle con demanda ante la ONU, como si este organismo internacional estuviese conformado de gente lerda, venable, acomodaticia y/o maleable.
Sabe el doctor Almagro que Venezuela es un anarquismo liderado por una caterva de incapaces, Promotores de crímenes de lesa humanidad.
La actitud del señor Almagro es plausible, pertinente y humana, sobremanera, a mantenerse hasta el final de la tiranía , causante cruel del acabóse institucional de la sociedad venezolana, que anhela deslastrarse, a todo costo, de la sanguijuela que desangra al país, pretendiendo mantenerse mediante chantaje, así como por la repartición de dádivas (bonos), halagosy/o minucias que ya ni siquiera, momentáneamente, compran la conciencia de ingenuo alguno porque la mayoría del pueblo ya está conciente del fraude moral chavista-madurista, actitud casi irreversible en virtud de los daños morales y patrimoniales causados a la nación venezolana en su esencia misma que han forjado mediante una PATRIA etérea y menesterosa.