Isaías A. Márquez Díaz: Verano e Incendios forestales
Recurrencia
El problema de los incendios forestales en Venezuela es un tema cíclico durante el verano o sequía ( enero/mayo),ya que se dan condiciones topográficas: relieve exabrupto; fitogeográficas: vegetación combustible; climatológicas: lluvias escasas, así como brisa y frío), aparte de las socioambientales: encendido de fogatas para picnic, deforestación con fines agropecuarios (conucos y potreros) al aproximarse el invierno que, en conjunto atentan, gravemente, contra la biodiversidad que recubre vastas áreas del territorio venezolano.
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Magnitud del problema
Cabe observar que poseemos, según cifras del extinto MARNR, una de las tasas de deforestación más altas de América Latina. Asimismo, según la ONU, durante los últimos 28 años, por la década de los 70 se calcula un promedio de unas 245000 has/año y sobrepasa el 2,8 % anual, equivalente a 1.300 millones has; a este ritmo, no quedarán bosques. Y, en un lapso de 40 años, pasamos a ser un país desertificado, de efectos graves para su población.
En consecuencia, las Áreas Bajo de Régimen de Administración Especial (ABRAEs) resultan afectadas, anualmente, por el flagelo del fuego en ocasiones por un afán de piromanía; otras, por ignorancia y hasta por falta de vigilancia y control, tal y como ocurre en los Parques Nacionales Waraira Repano, Guatopo, Sierra Nevada, Turimiquire, Aguaro-Guariquito, Cinaruco-Capanaparo, Canaima, Imataca, Henry Pittier, Chorro El Indio y Tamá.
Consecuencias ecológicas por tales siniestros
Desertificación o la disminución de la calidad de las aguas y la atmósfera son algunas de las consecuencias negativas posteriores a todo incendio. Asimismo, las especies animales propias de la zona afectada dejan paso a otras adaptadas a espacios más abiertos.
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Además de perder parte de su hábitat, los bosques fragmentados por los incendios generan problemas de conectividad y de reserva genética, así como la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que incrementan el calentamiento global, problemática que se aborda en el Acuerdo de Paris, 2015.
Las especies vegetales de tipo leñoso se sustituyen por otras que colonizan este hábitat.
El impacto es muy superior a lo que a simple vista puede observarse, ya que la recuperación de los bosques afectados, si llegare a lograrse, podría tomar décadas.