Actualmente la tarifa por la compra de un episodio es de 1,99 dólares el mínimo. iTunes ofrece el alquiler de títulos cinematográficos, pero no de series de televisión. La oferta de Apple va asociada a los planes de lanzar un iPod Touch con una resolución de pantalla superior.
La fórmula del alquiler supondría seguramente la merma de la compra en línea, pero podría resultar más rentable para los titulares de derechos. Las ventas también han sido frenadas por los varios servicios de streaming asociados a publicidad. Sin embargo, este sistema da unos ingresos muy bajos a las cadenas.
Un modelo alternativo de negocio es el implantado por Hulu que ha ofrecido contenidos de televisión en streaming (sin descarga) asociados a publicidad y recientemente lanzó un servicio de suscripción. El modelo de suscripción ofrece el acceso a temporadas completas a un precio de 9,99 dólares al mes y, en Estados Unidos, está preparado para terminales de Apple y dispositivos Blu-ray.
Hulu planea ampliarlo para las consolas de videojuegos.
Las negociaciones de Apple se producen en vigilias de la salida en Estados Unidos de Google TV que quiere fusionar la pequeña pantalla con Internet. Google, sin embargo, se ha encontrado con resistencias entre las grandes cadenas para colaborar en su proyecto. La alternativa menos ambiciosa de Apple TV no ha conseguido implantarse.
Por otra parte, estos últimos días, varios clientes de iTunes que realizan sus pagos a través de Pay Pal han visto que se les presentaban facturas, de hasta 4.000 dólares, por servicios no demandados. Los primeros indicios descartan un problema en los servidores de ambas compañías. Se trataría de clientes que han ofrecido, engañados, sus datos a terceros.